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Grises conquistan El Sol

En la crítica que hice de ‘De peces y árboles’, el último álbum de Grises, decía que los vascos nos han traído un quinto disco nacido para los directos. El pasado 1 de marzo, daba comienzo la nueva gira del grupo, que llegaba a la sala El Sol de Madrid para dejar claro el potencial que sus nuevas canciones tienen para el directo.

Grises son eléctricos y desde el primer momento lo demostraron sobre el escenario. ‘Papel Quemado’, uno de los mejores temas del último álbum, se encargó de romper el hielo con esa gran línea que es “el vacío es mi mentor, mi orientador”. El público se fue calentando poco a poco, al ritmo de temas nuevos y antiguos. El set era equilibrado y las imprescindibles del grupo no se quedaron sin sonar.

Amancay, la líder femenina de Grises
Amancay, la líder femenina de Grises

‘Formas’ siguió dando forma a la noche, que esperaba llena de sorpresas. Las nuevas canciones sonaron impecables en vivo, y se hicieron grandes respecto a la versión de estudio. ‘Gato por liebre’ ganó enteros entre una audiencia que ya empezaba a despertar. El grupo trajo bajo el brazo un par de temas menos conocidos como guiño a los fans más acérrimos. ‘Cactus’ y ‘Soles’, se escondían entre la tanda de canciones como homenaje a los antiguos discos de Grises. ‘Soles’, todo un pelotazo de pop electrónico, levantó a la sala entera para ponerla a bailar. Y ya no paró.

Antes de que sonara ‘Wendy’, de las canciones más imprescindibles de Grises, Amancay, la líder femenina de la banda, se tomó un momento para dedicar la canción. “Esta canción va para todas las mujeres que no me encuentro sobre los escenarios”, reivindicó la cantante, recordando también a todas aquellas figuras femeninas que no existen entre las bambalinas del mundo de la música.

Alejandro a los sintetizadores
Alejandro a los sintetizadores

Un gesto necesario y con un gran peso, pues Amancay es la única integrante femenina de Grises, pero ella es, sin duda, el alma del grupo. Sus hipnóticos movimientos y su forma de dirigirse al público con una naturalidad aplastante son lo que llena de electricidad los conciertos. A su lado, Eñaut es el perfecto complemento, y explota sin concesiones al lanzarse a cantar, sin ir más lejos, la misma ‘Wendy’.

No faltó ‘Laberinto’, un single que no entró en el último CD pero que es de lo mejor que han entregado Grises en los últimos tiempos. A estas alturas, los coros ya llegaban desde el fondo de El Sol, y todo el público saltaba sin parar. Pero quedaba la segunda mitad, en la que nos lanzaron su mejor artillería. Y aquí hay que destacar el trabajo de Gaskon Etxeberria a la batería, que dio un verdadero recital de percusión sin frenos.

‘Comida para insectos’ se coronó como el temazo sin discusión de estos nuevos Grises y se llevó a todo el público con ese estribillo que es un chicle llenaestadios, y ‘El Impacto’ demostró que esa base de percusión es una bala directa para hacernos levantar los pies del suelo. Otra sorpresa, ‘El hombre bolígrafo’, llegó desde el primer álbum del grupo, trayendo de vuelta a los Grises más rockeros.

Pero el gran momento de la noche llegó con ‘Animal’, que sigue siendo el tema más identificativo del grupo. Certera, sigue siendo la que toda la sala espera para cantar junto a los vascos, que la disfrutaron de principio a fin. Amancay coreó la canción para alargarla más, un poco más, como si no quisieran despedirse. Otro estribillo y todo El Sol resucitó a su animal.

Eñaut, líder masculino de Grises
Eñaut, líder masculino de Grises

Se fueron, pero ya sabéis cómo funcionan estas cosas. Al poco rato estaban allí para darnos la traca final. Amancay nos prometía “tres canciones más”. ‘Mi mejor fracaso’, el primer single de ‘De peces y árboles’, fue la primera. Pero si hay una frase que dejaron grabada en las paredes de la sala El Sol, fue “Mi cabeza no está aquí, sin darme cuenta huyó de mí”. El público gritó las únicas palabras de la letra de ‘Avestruz’ hasta el infinito y el grupo la alargó también para que nadie se quedara sin bailarla.

El broche lo puso ‘Parfait’, otra llenaestadios de los vascos que hacían una curiosa elección al cerrar el concierto con una canción de su primer álbum. No importó, porque fue toda una declaración de intenciones. “Sentir que todo es perfecto” y “Nadie nos podrá detener” fueron las mejores palabras que nos pudieron dejar.

Por delante tienen una larga gira de conciertos que los tendrán encima de los escenarios durante varios meses. Tenéis las fechas aquí. Si os podéis acercar a pasar una noche con ellos, os lo recomiendo encarecidamente. Su electricidad os dejará con una sonrisa en la cara.

Adrián Jiménez
Estudio Periodismo y Comunicación Audiovisual e intento convencerme de que me servirá para algo. Veo, escucho, escribo y trato de entender.

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