Amaral llegaron al WiZink Center de Madrid para despedir a Nocturnal. Casi dos años después de publicar su séptimo álbum, los maños dijeron adiós a la gira Nocturnal, con más de 50 conciertos a las espaldas. En Madrid terminó el tour y os aseguramos que mereció la pena.
La mía con Amaral es una historia curiosa, porque, como muchos, era un niño cuando triunfaban con ‘El universo sobre mí’ y ‘Sin ti no soy nada’. Después, en la adolescencia, les perdí el rastro pero en los últimos meses he vuelto a reencontrarme con ellos y me he dado cuenta de lo grandes que son. Y es que el dúo está en uno de sus mejores momentos. Tanto, que aprovecharon este fin de gira para dejar grabado lo que allí se vivió.

‘All Tomorrow’s Parties’, de Velvet Underground and Nico, fue una vez más la encargada de anunciar que ya llegaban. Cinco minutos de cortesía y ya estaban sobre el escenario. Eran las 21:35. Por delante, dos horas y media de emoción sobre el escenario capitenadas por esa fuerza de la naturaleza que es Eva Amaral. La primera canción en sonar fue ‘Unas veces se gana y otras se pierde’, uno de los cortes de su último disco. El Palacio estaba desbordado: los zaragozanos agotaron todas las entradas. La gente quería pasarlo bien y no hubo canción que no se coreara. Y ellos demostraron que venían a por todas cuando empezó a sonar la eterna ‘Revolución’.
Era el principio, pero no hubo tregua. ‘Kamikaze’ y ‘Salir corriendo’ también contaron con todo el Madrid como coro. Pero fue en ‘Nocturnal’ cuando el escenario se iluminó y todos quedaron fascinados. La escenografía que llevan Amaral en este tour ha dado un salto adelante, y construye toda una galaxia en medio del escenario, lleno de estrellas y con una enorme luna presidiendo. “Esta es la última noche que podréis ver nuestra superluna”, anunció Eva, visiblemente emocionada.
La superluna de Amaral se puso, pero antes tocaba celebrar bajo el cielo. Los zaragozanos trajeron varias sorpresas inesperadas que dieron otro matiz al concierto. Esa sensual ‘No sé qué hacer con mi vida’ o la rockera revisión de ‘Estrella de mar’ fueron buenos ejemplos. Pero también gustó ‘La niebla’, con una nueva visión acústica que ganaba enteros frente a su versión de estudio. Fue precisamente en este momento acústico, con Juan y Eva solos en el escenario, cuando el concierto empezó a despegar a lo grande. La gran sorpresa fue ‘Un día más’, una canción de su primer álbum homónimo de 1998, que dedicaron a Madrid, pues la escribieron allí. “Nosotros decimos que tenemos doble nacionalidad, porque Madrid es nuestra segunda casa”, aseguró Eva.

Y seguían las sorpresas: Eva y Juan lanzaron ‘Salta’, una joya desconocida entre el gran público, que dedicaron a los más jóvenes de entre los asistentes, porque, según Eva, “es una canción que les gusta mucho a los niños”. El que os escribe era un crío cuando la escuchó por primera vez y os asegura que la cantante tiene toda la razón del mundo. Un tema dulce y positivo que llegaba cuando pasaba la mitad del concierto. El propio Juan Aguirre, poco dado a hablar en los conciertos, tomaba la palabra para decir que “todo el agradecimiento” que sentían era “difícil de verbalizar”.
Parecía que ya se habían quedado sin clásicos, pero no. ‘Moriría por vos’ y ‘Cómo hablar’, esas canciones que están grabadas a fuego en el subconsciente musical de nuestro país, fueron las siguientes. Tienen cartuchos de sobra para levantar el Palacio de los Deportes, y eso que se quedaron algunas en el tintero. ‘Te necesito’, ‘Toda la noche en la calle’ o ‘Resurrección’, no sonaron, aunque con una carrera tan extensa es difícil contentar a todos.
Eva es un todoterreno sobre el escenario. Con ese bellísimo vestido negro que ha sido su carta de presentación durante toda la gira, era capaz de llenar todo el Palacio. Su certera voz no tembló ni un segundo y se desparramó por todo el recinto demostrando que, aunque a veces no lo parezca, el renombrado WiZink Center sí puede sonar bien. Un aplauso desde aquí para el equipo técnico que lo hizo posible.
“Esta es una canción sobre el triunfo de la razón contra la barbarie”, con estas palabras presentaba Eva ‘La ciudad maldita’, un tema que bucea en la Guerra Civil española para tratar de encontrar esperanza entre tanto dolor. Arrancó alguna que otra lágrima, que pronto se secó con ‘Hoy es el principio del final’. Uno de los mejores temas del grupo en los últimos años, que suena brillante en directo. Y aquí empezó la traca final, con cuatro temas encadenados, sin parar, en un crescendo que anunciaba que, tristemente, se acercaba el final. ‘Marta, Sebas, Guille y los demás’, ‘Chatarra’ y ‘Hacia lo salvaje’, que sigue siendo uno de los mejores temas que presentan Amaral en sus directos.
Parecía que se acababa, pero no. Los bises nos dejaron escuchar ‘En el tiempo equivocado’ y ‘Llévame muy lejos’, el primer single de ‘Nocturnal’. Al fondo del escenario, la luna se ponía y Eva aprovechaba para tomar un momento de agradecimiento a todo el equipo que había hecho posible el concierto de fin de gira. Entonces sonó ‘Sin ti no soy nada’, uno de los enormes clásicos del grupo y el público se entregó del todo.
Ya sí, parecía el final, pero quedaba una más. ‘Nadie nos recordará’, anunció sencillamente Eva. La gira Nocturnal acabó con este tema del último disco, uno de los más queridos por los fans, que no dudaron en corear una vez más, provocando la emoción del público. Dos años después (‘Nocturnal’ salió a la venta el 30 de octubre de 2015), los zaragozanos cierran esta gira que no ha hecho más que reafirmarlos como uno de los grupos angulares de nuestro país. Lo que se vivió en el Palacio merecía ser grabado, y dentro de poco lo tendremos en nuestras manos. Quizá así sea más fácil la espera hasta el próximo capítulo.
Hasta pronto, Eva. Hasta pronto, Juan. Os esperaremos en la siguiente parada del camino.

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