Educar es la única herramienta útil, aunque no rápida ni fácil, que tenemos para luchar contra toda desigualdad social y rechazo a lo diferente. Educar en igualdad es una «asignatura» transversal, y cada pequeño detalle cuenta. De nada sirve sentar a las niñas y los niños en pupitres a escuchar los tipos de familia, si al encender la televisión, ir por la calle o leer libros, ven que a las personas que se salen de la normatividad se les trata diferente a los demás.
Por esto, la herramienta que os traemos para facilitar esta labor son los cuentos, ya que tienen una importante función educativa en la formación como personas, a través de la identificación con los personajes, experimentando sus sentimientos y aprendiendo así a reconocer los propios.
1- El monstruo rosa (Olga de Dios, Alipa Ediciones, 2013)
Un monstruo rosa que no tiene dónde vivir, porque no cabe en ninguna casa de la su ciudad, un día decide irse a buscar un lugar donde encajar mejor. Allí conoce a muchos amigos que se parecen más a él. Un cuento para entender la diversidad como elemento enriquecedor de nuestra sociedad, sobre el valor de ser diferente y de encontrar el sitio donde poder ser uno mismo. Trata temas como el sentirse parte de un grupo de iguales e identificarse con otras personas para el autoconocimiento.
2- Rey y rey (Linda de Haan y Stern Nijland, Serres, 2005)
Un príncipe, presionado por la reina para encontrar mujer y casarse, recibe a muchas pretendientas hasta que conoce al hermano de una de ellas y se enamoran. Un cuento tratado desde la normalidad que tanto hace falta.
«Se casaron. Fue una boda muy especial. La reina lloraba sin parar. Desde entonces, los príncipes viven juntos, como rey y rey, y la reina por fin puede descansar. «
3- Amor de todos los colores (Lucía Moreno y Javier Termenón, Topka, 2007)
Maite nos presenta a su familia «mamá, mami y el amor de todos los colores». Ese amor que llena su casa, que ha nacido cuando mamá y mami se conocieron y con el cual deberían nacer todos los niños. Que les otorga seguridad y una gran autoestima, en un entorno de igualdad. Cuenta con el texto también en inglés.
«Cada mañana Maite busca por todas partes y entonces sale el amor de todos los colores.»
4- ¡Soy una niña! (Yasmeen Ismail, Corimbo, 2016)
Nuestra protagonista hace un grito a la sociedad, rompiendo con los roles de género que nos encasillan dentro de niños o niñas. Ella corre, salta, se ensucia, grita… como una niña. Este cuento cubre una parte muy importante de la lucha por la igualdad, dejar de dividir a las niñas y los niños por colores, actos o gustos supone un avance a la hora de conseguir respeto.
5- El vestido de mamá (Dani Umpi y Rodrigo Moraes, Criatura editora)
El personaje principal de el cuento está embelesado con el vestido de fiesta verde de su mamá. Cuando se queda solo se lo pone, con los zapatos a juego. A veces, sale así a la calle y sus amigos le miran raro, pero él no entiende por qué, si es un vestido precioso. Un día su mamá y su papá le ven con el vestido puesto y se enfadan con él, pero sigue sin intender cuál es el problema de que se ponga un vestido tan bonito. Antes de dormir, mamá y papá le explican que es un vestido de fiesta y se puede estropear, pero que cuando sea un día importante él puede usarlo.
El papel importante de la familia a la hora de reaccionar en estas situaciones, no juzgar, ni etiquetar, son pequeños aprendizajes que suponen un gran cambio en la autoestima de nuestros hijos e hijas, y este cuento lo expone de una forma muy sencilla.
Los cuentos no solo enseñan el mundo a los más pequeños, sino también a los adultos. Educar y anticiparse es la forma de salvar el mundo, al menos una mínima parte.
Ojalá las niñas y los niños nunca nos entiendan.