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¿Estamos perdiendo el Festival de Cine de Cannes?

Jurado Cannes Winona Ryder Martin Scorsese 1998Lena Olin, Winona Ryder, Chiara Mastroianni, Martin Scorsese, Sigourney Weaver y Zoe Valdes en el Festival de Cine de Cannes de 1998 | Zoe Valdes

A tan solo un escaso par de semanas para que dé comienzo el Festival de Cine de Cannes, la dirección presidida por Thierry Frémaux ha dado todos los detalles como para pensar que la de este año podría ser una de las mejores ediciones de  tiempos recientes. La Selección Oficial cuenta con el retorno de Todd Haynes después de la aclamada Carol, lo nuevo de Yorgos Lanthimos (Langosta), Noah Baumbach (Mistress America, Frances Ha), Michael Hazavinicus (The Artist) o, por supuesto, el retorno de Sofia Coppola desde que presentara su anterior película, The Bling Ring, en 2013.

También tendremos el estreno de Netflix con Okja, dirigida por Bong Joon-ho y protagonizada por Tilda Swinton y Jake Gyllenhaal, así como la primera muestra de televisión con los proyectos de la segunda temporada de Top of the Lake, dirigido por Jane Campion o el revival de Twin Peaks, que supone el retorno de David Lynch a la serie de culto. Y en cuanto a quién podemos esperar ver por la alfombra roja, Nicole Kidman presentará la friolera de cuatro proyectos, Marion Cotillard presentará una película por séptima vez consecutiva (este año abriendo el Festival), Uma Thurman presidirá el jurado de la sección Un Certain RegardKristen Stewart presentará su debut como directora. Así que sí, todo apunta que va a ser un gran año en el que el jurado, además, está presidido por nada más y nada menos que nuestro Pedro Almodóvar.

Pedro Almodovar Cannes 1998 All About My Mother
Pedro Almodóvar en el Festival de Cine de Cannes en 1998 | GtresOnline

La presidencia de Almodóvar fue uno de los primeros detalles que se desvelaron en relación a la edición de este año, anunciando justo después la de la actriz norteamericana Jessica Chastain. La combinación no podía ser más perfecta. Almodóvar es uno de los directores europeos más influyentes de la historia y Jessica Chastain, que ha ido todos los años desde que su debut en 2011 con El Árbol de la Vida ganara la Palma de Oro, ha comentado que cuando acude al Festival siempre se hace horarios para poder ver el mayor número de películas posibles. Lo cual, obviamente, hace que sea una elección perfecta para formar parte del jurado.

Después de esto, las expectativas, estaban bastante altas para conocer a los otros siete miembros que completarían el jurado de este año. Por eso cuando se anunciaron, dio la impresión de que, por extraño que parezca, la dirección se había pasado de rosca. Veamos quién más forma el jurado de esta edición.

Fan Bingbing: actriz y cantante china nombrada persona más influyente del año por Forbes China en 2013, 2014 y 2015. Probablemente la mayor estrella china a nivel de crítica y público en su país.

Paolo Sorrentino: último director italiano en ganar el Oscar a la Mejor Película de Habla No inglesa por La Grande Belleza. Probablemente el director italiano más importante a nivel internacional.

Will Smith: actor norteamericano conocido por papeles como el de la serie El Príncipe de Bel-Air, Independence Day o la saga Men in Black. Probablemente una de las estrellas mundiales más populares entre el público no-cinéfilo.

Maren Ade: Hasta que Trump impuso el veto a Irán, dándole la victoria a Asgharad Farhadi por The Salesman en la categoría de Mejor Película de Habla No inglesa en esta edición de los Oscar, Maren Ade y su Toni Erdmann eran absolutos front-runners. Probablemente la directora alemana más interesante a nivel internacional en la actualidad.

Agnès Jaoui: escritora, actriz y directora francesa ganadora de seis premios César (algo así como el equivalente francés a los Goya). Probablemente una de las figuras culturales más respetadas de Francia dado que, además, también tiene una notable carrera como cantante.

Park Chan-wook: director surcoreano de películas como La Doncella, uno de los mayores éxitos de crítica del año pasado. Probablemente el director surcoreano más interesante e importante a nivel internacional en la actualidad.

Gabriel Yared: compositor de bandas sonoras franco-libanés, ganador de un Oscar y un Grammy por la banda sonora de El Paciente Inglés. Probablemente uno de los compositores más respetados de Francia, donde ha desarrollado la mayor parte de su obra.

Cannes Film Festival 2009 - Jury Press Conference
Shu Qi, Asia Argento, Isabelle Huppert, Robin Wright y Sharmila Tagore en la Presentación del Jurado en 2009 | Pascal Le Segretain/Getty

Analizando la estructura de jurados de años anteriores, podemos delimitar un patrón en el que el jurado de este año parece encajar bastante bien. Está compuesto casi por completo y a partes casi iguales por intérpretes y directores de diferentes nacionalidades (tres y cuatro este año, con Agnès Jaoui ejerciendo de ambas), con la inclusión de alguien con una profesión diferente. Este año es compositor, como Rokia Traoré en 2015, pero en ocasiones anteriores ha sido diseñador como Jean Paul Gaultier en 2012 o escritor y periodista como Linn Ullmann en 2011.

También hay siempre presente una combinación de actriz americana conocida (siempre suele ser una estrella) y una actriz extranjera menos famosa, pero con (por lo general) mayor reconocimiento crítico. En esta ocasión, esto encajaría sobre Jessica Chastain y Fan Bingbing, pero en años anteriores han sido Sienna Miller y Rossy de Palma, Nicole Kidman y Vidya Balan, Uma Thurman y Martina Gusmán o Robin Wright y Shu Qi. Además, siempre suele haber un actor de Hollywood que aúna crítica y fama, como han sido Jude Law, Ewan McGregor, Robert de Niro, Jake Gyllenhaal o Sean Penn o, en su defecto, un director (también de Hollywood) ampliamente reconocido como han sido Steven Spielberg, Quentin Tarantino, Alexander Payne, Stephen Frears o Steven Soderbergh. Además, estos dos también son los perfiles de presidente del jurado más habitual. Este año, aunque resulta un poco chirriante, ese puesto lo ocuparía Will Smith. Sorrentino, Almodóvar, Chan-wook y Ade llenarían la cuota de directores de diversas nacionalidades que han conseguido un éxito de crítica reciente, aportando internacionalidad al jurado.

Como decíamos, todo resulta similar con respecto a patrones anteriores, pero sí que hay algo que no encaja con el resto de jurados de otras ediciones del Festival, y es que todo el mundo es demasiado famoso.

Quentin Tarantino Bruce Willis Cannes 1994
Quentin Tarantino y Bruce Willis en Cannes en 1994 | Patrick Hertzog/Getty

Cuando se habla de Festivales de Cine, generalmente suelen ser tres los que aparecen en la consciencia popular: Sundance, Toronto y Cannes. Sundance, como bien mostró el episodio Any Given Sundance de Los Simpson en el que Lisa presenta un documental al Festival, se celebra en una ciudad de ocho mil habitantes en Utah y trata de recoger las propuestas más independientes del cine de ese año. A Marge le quedó muy claro. Cuando la organización lee la sinopsis de Capturing the Simpsons (el documental de Lisa) y ven que es un documental sobre una familia disfuncional rodado sin presupuesto por una niña de ocho años intelectualmente inadaptada, mueren de un infarto colectivo por la emoción. Es una parodia, obviamente, pero ni ellos mismos podrían haberse definido mejor.

Toronto en cambio es más bien todo lo contrario. Durante el Festival, celebrado en unos enormes multicines en pleno Toronto, se presentan prácticamente todas las películas que van a estrenarse en los próximos meses de cara a la temporada de premios. En 2015, por ejemplo, fueron cerca de 300 en total (la cifra puede alcanzar las 400 películas) frente a las 19 que entraron en la Selección Oficial de ese año en Cannes y las alrededor de cien que se presentaron en total junto a diferentes secciones paralelas. O las 120 presentadas en Sundance, de las cuales solo 16 eran películas dramáticas en competición.

Sin embargo, a pesar de su alta participación, Toronto no es un festival especialmente competitivo. Dado que no tiene un jurado ni una selección oficial, funciona como plataforma de visualización más que cómo plataforma de competición. El mayor premio que puedes ganar es el Premio del Jurado, otorgado por la gente que ve las películas, que recientemente ha sido otorgado a La La Land en 2016 y a Room en 2015. Películas que conectan y llegan a la audiencia. Es decir, nada que pueda haber sido presentado en Sundance. Pero tampoco en Cannes. Porque Cannes, es una historia muy diferente.

Sally Field Cannes Jury
Sally Field en el Festival de Cine de Cannes en 1979 | Getty

Cannes, celebrado en la Costa Francesa y a cuarenta minutos en tren de Montecarlo, es el Festival de Cine más antiguo del mundo, y frente a Sundance y Toronto, que fueron fundados a finales de los 70, Cannes fue fundado en 1939. Esto lo convierte en el Festival de Cine que más ha crecido en la historia y, por extensión, también en el más grande. Tanto a niveles de alfombra roja (el mayor despliegue del año en ese contexto) como a nivel de prensa. Como dijo Jean-Luc Godard: “La gente viene a Cannes a promocionar sus películas, no con un mensaje en particular. Pero la ventaja es que si vas al Festival, consigues tanta cobertura de prensa en tres días que promociona la película para el resto del año.

Cannes tiene el prestigio y la exclusividad que solo el tiempo puede darte, un prestigio del que deriva un halo de superioridad esnobista construida a través de ediciones y ediciones valorando y recompensando lo mejor del cine de autor internacional. Desde Fellini a Coppola pasando por Kièslowski y los Dardenne. Cannes siempre ha representado la cúspide intelectual y cultural de ese cine que nadie entiende pero que todo el mundo admira, ese complejo cine de autor europeo, cine como el que hacía Seijun Suzuki, que una vez dijo: “I make movies that make no sense and make no money”. De ese tipo de películas.

Sin embargo, Cannes es más que eso. Tiene un espectro mucho más amplio (no se nos olvide aquel año en el que Oldboy de Park Chan-wook compitió contra Shrek 2 en la selección oficial, ambas dignas competidoras), pero es la imagen que busca proyectar porque, en el fondo, está basada en una realidad bastante similar e, incluso por encima de eso, es un Festival que disfruta y se regodea en su propio esnobismo cultural. Y está totalmente en su derecho. Es por algo que cuando vemos una película que abre con el sello de la Selección Oficial automáticamente nos creemos más cultos. Se presentó en Cannes” es una frase que revaloriza cualquier película, sea buena o mala. Y eso es gracias a ese esnobismo cultural que caracteriza al Festival.

Parte de esta aura se construye dado que muchas (que ni por asomo todas) de las competidoras y ganadoras de la Palma de Oro (otorgada a la mejor película del Festival) tienen ese perfil de película filosófica difícil de entender y para un público selecto. Desde Viridiana de Buñuel hasta El Árbol de la Vida de Malick, pasando por películas de Lars Von Trier, David Lynch o Akira Kurosawa. Sin embargo, gran parte del mérito está también en que cada año, el festival forma un jurado compuesto por élites artísticas y cinematográficas que van desde Wim Wenders, Sergio Leone o Sindey Lumet a Olivia de Havilland, Isabelle Huppert o Charlotte Gainsbourg. Jurados que durante años estuvieron compuestos por muchos nombres desconocidos salpicados de leyendas o estrellas, y que representaban la más absoluta cumbre intelectual. Figuras tan particulares que rozaban el anonimato fuera de círculos increíblemente culturizados.

Jodie Foster et Robert De Niro lors de la conférence de presse de Taxi Driver au Festival de Cannes, en 1976
Martin Scorsese, Jodie Foster y Robert de Niro en Cannes en 1976 | Gamma-Keystone/Getty

Cojamos el jurado de 2008 por ejemplo. Solo Sean Penn, Natalie Portman y Alfonso Cuarón destacaban como nombres conocidos sobre Jeanne Balibar, Rachid Bouchareb, Sergio Castellitto, Alexandra Maria Lara, Marjane Satrapi y Apichatpong Weerasethakul. Y lo mismo sucede en 2009: solo Isabelle Huppert y Robin Wright destacaban sobre Asia Argento, Nuri Bilge Ceylan, James Gray, Hanif Kureishi, Lee Chang-dong, Shu Qi y Sharmila Tagore. Y así, jurado tras jurado. En ocasiones eran tres los conocidos, en ocasiones eran cuatro, pero siempre se mantenían una serie de nombres que relejaran la alta cultura intelectual del Festival.

Por eso, cuando en 2015 solo Rokia Traoré era la única persona relativamente desconocida frente a los Coen, Xavier Dolan, Jake Gyllenhaal, Rossy de Palma, Sophie Marceau, Sienna Miller y Guillermo del Toro, se produjo una reacción similar a la de este año, donde solo Gabriel Yared y Agnès Jaoui son semi-desconocidos (a pesar de que él tiene un Oscar y ella tiene seis César, así que lo de desconocidos es relativo).

La elección del jurado de este año resulta casi una traición del Festival hacia todo lo que ha representado a lo largo de los años, con Will Smith como la bochornosa cúspide. Los cinco directores escogidos y las dos actrices son de lo mejor en su terreno, pero son siete personas que brillan por encima de su carrera. En vez de componer un jurado al que relacionar por su trabajo (“Ah, ya sé de qué película me suena”), han compuesto un abc de directores y actores reputados que serán un gran jurado (suponiendo que Will Smith vaya a entender el cine francés), pero que no representa la parte intelectual del esnobismo de Cannes, sino solo la cultural. Y una no se entiende sin la otra, quedándose en mera superficialidad.

Por que sí, Cannes es terriblemente elitista y snob, tanto con sus películas como en todo lo que le rodea (desde el jerárquico sistema de prensa a la prohibición de ir a la alfombra roja sin tacones), pero es parte de su particular encanto. Y no podemos engañarnos, a todo el mundo le gusta participar de él porque nos hace sentir mucho más inteligentes. A Cannes le ha costado 78 años conseguir construir esta imagen, y no es momento para ponerse a jugar con ella por tener unos titulares fáciles de más que en realidad no le hacen falta. No es momento para perder su esencia. Tendremos que esperar al año que viene para ver quién forma el nuevo jurado y ver que ruta decide tomar. Crucemos los dedos para que no lo presida Vin Diesel.

Aitor Salinas
"La cultura popular es la política del Siglo XXI", Gale Weathers. Reportera intrépida. Leyenda del periodismo.

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