
Después de lo ocurrido en los últimos Oscars, lo que más rápido se asocia con esta palabra es el error garrafal de Warren Beatty. La metedura de pata, que algunos afirman fue intencionada, ha convertido la gala más famosa del cine en algo aún más viral que de costumbre. Otro aspecto por el que también han destacado los Oscars 2017 es el número de estatuillas que han recibido actores negros (Viola Davis o Mahershala Ali, por ejemplo). El año pasado se acusó a la Academia de “racista” por no otorgar ningún premio a actores, actrices, directores o productores negros. A modo de respuesta, este año Moonlight, una película con actores de color, se ha llevado el premio a mejor filme. El hashtag #Oscarsoblack ha resonado en redes como Twitter e incluso en artículos periodísticos sobre el tema.
Si el año pasado fue racista, este podría tacharse de poco feminista. Parece mentira que, otra vez más, las mujeres se hayan quedado a las puertas del teatro Dolby. Las únicas mujeres que se llevaron una estatuilla de oro a sus casas fueron Viola Davis y Emma Stone. Y ni qué decir tiene que, obviamente, en la categoría de mejor actriz y mejor actriz de reparto no podía ganar un hombre.
Ni una sola mujer entró siquiera en las nominaciones a mejor directora, mejor maquillaje o mejor película de animación. Solo Maren Ade (directora de Toni Erdmann) optó al óscar a mejor película extranjera. Premio que, en efecto, no se llevó. Mejor dirección de arte, mejor fotografía, mejor documental, mejor corto de ficción… Ni una papeleta con nombre femenino entró en el bombo.
Pero, ¿y las películas que tratan sobre mujeres?

Jackie, de Pablo Larraín, sigue la estela de la esposa de Kennedy tras el asesinato de su marido. Muestra cómo la viuda del Presidente de Estados Unidos, uno de los hombres más importantes del mundo, debe enfrentarse a la realidad de un país vacío de poder, conmocionado y desconcertado. Trata su duelo, su dolor, su casi locura al intentar cargar todo el peso sobre sus hombros. La historia de una mujer fuerte, valiente, líder. Una película que, en efecto, tampoco se ha llevado ningún óscar pese a sus tres nominaciones. Natalie Portman, candidata a mejor actriz, no tuvo oportunidad de subir al escenario o dar su discurso de agradecimiento.

Otra película que trata sobre mujeres, 20th Century Women, salió mal parada la noche del 27 de febrero. Es, según un artículo de Beatriz Martínez, “una de las mejores películas norteamericanas del año” que no se estrenará en cines españoles ni internacionales, sino que se sacará directamente en DVD y plataformas digitales. Annette Bening, actriz principal, logró cierto protagonismo en los Globos de Oro con una nominación, pero en absoluto lo consiguió en los Oscar. Mike Mills, posible ganador de mejor guion original por esta película, también pasó totalmente desapercibido para la Academia. Las protagonistas de esta historia son tres mujeres de distintas edades que, valiéndose de una gran cercanía con el espectador, expresan cada una su visión de la vida. El diálogo, las relaciones interpersonales y la perspectiva seria y adulta son los protagonistas en ella. Mills dedicó esta película a su madre, a las valientes de los años veinte y a aquellas mujeres contemporáneas comprometidas con el espíritu de quienes necesitaban luchar por los derechos de los que hoy gozamos. Una historia maravillosa y muy bien elaborada que han pasado por alto en los Oscar.

Figuras ocultas, de Theodore Melfi, es otra película femenina que tampoco se ha llevado ninguna estatuilla. Reivindica el papel de la mujer en el trabajo al tratar un tema complicado como es el de las “computadoras humanas”, ingenieras y matemáticas extremadamente hábiles para el cálculo que trabajaban a escondidas para la NASA. No podían firmar los informes en los que participaban, por lo que su labor era desconocida por completo. La película gira en torno a tres de estas trabajadoras que lidiaban a diario con barreras machistas que les impedían avanzar. Una película brillante con tres nominaciones a los Oscar que, en efecto, no ganó.
Los Oscar en 2016 fueron “racistas” y el tema se hizo viral. Este año han sido, como suele ser costumbre, “poco feministas”, y no casi nadie se ha pronunciado. Es necesario remarcar el valor de tantas y tantas actrices, directoras, productoras, e incluso directores que apuestan por películas que hablen de la mujer. Ojalá en 2018 el hashtag de moda sea #Oscarsowomen. O, por lo menos, un filme femenino se lleve el premio a mejor película; esta vez, sin ningún error de por medio.