Moda y tendencias

Recorriendo el Museo del Traje (VIII): La moda renovada (1939-1959)

Al finalizar de la Segunda Guerra Mundial, y tras la recuperación de un cierto bienestar, se produce la vuelta de una mujer más femenina y tradicional de la mano del New Look, creado por Christian Dior en 1947. El diseñador francés propone una silueta de hombros redondeados, busto prominente, cintura de avispa, caderas marcadas y falda larga y voluminosa, bajo la que se colocaba el imprescindible can-can.

Esta época coincide con el término de la Guerra Civil en España. Dicho acontecimiento provoca, en nuestro país, un estancamiento en el mundo de la moda causado por el aislamiento, el racionamiento y la autarquía. Así, la escasez y la mala calidad de las telas condicionan el vestuario de la población.

Se imponen cortes sobrios y sencillos con escotes tímidos. Todo lo más discreto posible, en consonancia con la herencia de los cortes de estilo militar. La moda pasa a ser gobernada por la moral y supervisada por la censura de la época. Las únicas libertades permitidas en los estampados son los cuadros pequeños y los lunares discretos. Respecto a los colores, predominan el azul marino y el blanco, reservándose los colores para los vestidos de tul, seda o raso de las puestas de largo.

Sin embargo, a mediados de los años cincuenta España comienza a experimentar un ligero cambio, debido a la desaparición de las cartillas de racionamiento, la apertura al exterior, la firma del convenio económico con Estados Unidos, las imágenes de la gran pantalla y la llegada de turistas, que afectará directamente a la forma de vestir de los españoles.

La década de los cincuenta se caracteriza, también, por un nuevo fenómeno: el de los grandes almacenes. Si bien habían sido fundados en los años treinta, no fue hasta veinte años después cuando conocieron una expansión que culminaría en los setenta, momento en que se convierten en un fenómeno internacional de producción, distribución y venta de moda.

 

El New Look de Dior

La progresiva recuperación de un cierto bienestar propició el regreso de la imagen más tradicional de la mujer. En 1947, la primera colección de un nuevo modisto, Christian Dior, volvió a centrar la atención en la cintura femenina, cintura de avispa, intuyendo que las mujeres querían olvidar las privaciones de la guerra y volverse a vestir como princesas.

De la noche a la mañana la moda cambió, presentando hombros redondeados, chaquetas cortas estrechadas en la cintura, y faldas más largas y con mucho vuelo que se acompañaban con zapatos de tacón de aguja.

 

La prensa americana bautizó aquella colección como New Look, y Dior se colocó para siempre en la historia de la moda.

 

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Paula Pastor
Periodismo UCM. Redactora en HOLA y en las revistas La Huella Digital y OFF Magazine. También puedes leerme en mi blog: paupas.blogspot.com.

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