Qué masocas somos a veces los humanos ¿no?
Nos encanta… ir de héroes cuando nadie es más que el resto o criticar cada capítulo cuando ni siquiera sabemos de qué va la vida del otro.
Nos encanta la naturalidad, pero a la hora de la verdad… lo superficial siempre sale a flote.
Nos encanta tropezarnos una y otra vez con la misma piedra aun sabiendo que está y que seguirá en el camino, y nunca tendremos las narices de apartarla y dejarla atrás.
También nos encanta ir regalando te quieros como si de palabras vacías se tratasen.
Nos encanta perder el tiempo siendo unos orgullosos cuando hay algo más importante que eso: perder el tiempo en vivir.
Nos encanta quedar bien con el resto pero luego nadie da la cara por nadie.
También nos encanta sacar a paseo a los siempres cuando sabemos que se pierden y no precisamente para volver.
En definitiva,
nos encanta contradecirnos,
y lo peor es que siempre será así.