La hemos acompañado en varios conciertos, hemos gritado, hemos bailado y hemos cantado. Pudimos hablar con ella en una de las entrevistas más íntimas. Y como ya lo habíamos avisado, confirmamos que Zahara mola mil.
Cuesta digerir que esta jienense deje los escenarios por un lapso de tiempo, aunque eso signifique que habrá nuevo disco dentro de poco. Pero se hace difícil porque solo Zahara es capaz de fabricar una velada hasta convertirla en verbena. Pocos artistas desde que ponen un pie en escenario te hacen sonreír como ella lo hace, y lo más curioso es que hasta en la canción más triste te encuentras rodeada de personas con una sonrisa de oreja a oreja. Las agujetas en los mofletes están aseguradas.
Zahara despedía, lo que ha podido ser, una de sus mejores giras. Decía adiós a Santa ante sus fieles en una sala La Riviera abarrotada. Era la hora de poner todos los sentidos, era el momento de los sentimientos encontrados. El aura de tristeza sobrevolaba nuestras cabezas mientras nuestros pies en el suelo bailaban. Como un reconocimiento a todos los que allí presentes se encomendaban a esta santa sonó Tú me llevas.

Recuerdo una de las frases que nos dijo en la entrevista: “La música consigue unir muchas artes para que la música en sí se embellezca”. Hoy, después de lo que sucedió el jueves, después de que esta pequeña pero gran artista haya crecido tanto, madurado musicalmente hasta convertirse en una de las voces que debieran ser reconocidísimas por el panorama musical. Hoy, me atrevo a cambiar esas palabras para decir que Zahara une muchas artes y embellece a la música.
Destaco que el frío de noviembre se convirtió en vitaminas con Olor a mandarinas -todavía vivo en ese momento- y que siempre recordaremos a nuestros enemigos para no volverlos a ver, sí, de nuevo Photofinish sonó tan exasperante como bonita. La música glacial llegó con El frío y El Deshielo, tan frágiles como rompedoras. Y por supuesto, no faltó la toxicidad de Leñador y la mujer américa enlazada previamente, como siempre, con Te debo un baile de Nueva vulcano.

Era momento de despedidas, los MUCHO, antigua banda y parte indispensable en la carrera de Zahara, volvieron a formar parte del adiós a Santa como ya lo hicieron con El Deshielo. Sonó La Gracia, Donde habitan los monstruos y sorpresa, General Sherman. Tocaron además su canción Nuevas ruinas. También formó parte del espectáculo Miguel Rivera de MAGA que puso un rollo muy canalla sobre el escenario con Hágase tu voluntad.
Zahara nos deleitaba con su carisma, sus bailes. Todo el mundo saldría a bailar con ella, todos sabemos que Zahara es la rubia que nos baila, el alma de la fiesta. En una noche llena de todas las emociones que os podáis imaginar Zahara tocó de todo, desde La fabulosa historia, pasando por La pareja tóxica hasta llegar a tocar casi todas las canciones de Santa. Menos monologuista que otras veces, seguramente por regalarnos toda la música que pudiera, pero siempre con esa pizca de gracia nos hizo participes del gran momento.

Es hora de que aquellos que lean este artículo reconozcan que querían ver a Yola Berrocal -porque Yola MOLA MIL-, y tuvieron suerte. Zahara dio pase a su cuerpo de baile, a sus rubias preferidas para despedirse con Caída libre y todo su colorido y su adrenalina. Nos quiso engañar con que Yola no podía estar, pero estuvo. Y bailamos y gritamos, y no éramos conscientes de que no volveríamos a estar en un concierto de Zahara hasta 2018, que tendríamos que esperar mucho tiempo para un momento así, pero eso no era importante. Lo importante era que aquella chica que empezó con su guitarra se ha convertido en una cantante de mucha talla. Zahara nunca pierde ni su nombre ni su esencia y eso nos hace muy felices. Desde ahora contamos los días para que la Santa vuelva.