CulturaLiteraturaUncategorized

No hay tatuaje más bonito que una cicatriz|#microcuento4

Somos los primeros en quejarnos de lo que duele una herida y lo irónico es que somos los culpables de que duela.

Quizá porque siempre hemos dejado que nos traten como una herida y no como a una cicatriz.

Yo, llegué incluso a querer en mi vida solo a personas que fueran el bisturí y no el algodón.

Pero como yo, todos los que estáis leyendo esto ahora.

Y es que siempre cometemos el mismo error,

ponernos la venda en los ojos y no donde duele.

Siempre hay un tipo de herida diferente para cada tipo de cura, y cuando hablo de cura, hablo de personas.

No dudo que alguna vez nosotros hayamos sido la cura de alguien,pero siempre escuece decirlo, ¿no?

Y ahí está el problema.

Cómo no vamos a creer que es sano querer así, si nunca antes nadie nos dijo que había cura para ese alguien, llamado enfermedad.

Os hablaría de todas las heridas que han pasado por mi vida o por mi piel.

Pero solo diré que gracias a ellas, es por lo que hoy mi corazón está sano, bombeando fuerte.

Sinceramente, no sé cuánto tiempo será así, tampoco quiero meditarlo, pero créedme que cuando vuelva a tener una herida abierta, seré feliz porque después será una cicatriz con la que me recuerde cada día lo valiente que fui por haber querido cuando todos me decían quiérete.

Pero es que…  no hay tatuaje más bonito que una que cicatriz,

o no hay cicatriz más bonita que la que lleve un nombre tatuado.

 

vivirtenpoesia
24. Desde que supe que escribir era la forma más bonita de doler, no he parado de sangrar. Madriz.

Leave a Response