El periodismo tiene cosas malas y cosas buenas. Pero si hay una que valoro sobre el resto es que me permite conversar con personas a las que por unas u otras razones, admiro. Y además, puedo compartirlo con vosotros. Hoy hablo con Carlos Baturín y Emilio Menéndez. Probablemente sus nombres no os suenen, pero si os digo que son la primera pareja homosexual que contrajo matrimonio en España, puede que les ubiquéis mejor.
Hemos quedado en una cafetería en el centro de Madrid. Llegan puntuales y se sientan uno al lado del otro en una mesa de la terraza. Piden un zumo y un café. Detrás hay sentada una familia, con los abuelos, los padres, la hija y el perro. No deja de ser curioso pensar cómo hace apenas unos años estos dos hombres se convirtieron en una familia tan válida como la que tienen detrás.
Ambos lucen los anillos de casados que intercambiaron el 11 de julio de 2005. Hablamos con ellos de ese día, y también de todo lo que pasó antes, de su vida bajo la dictadura. Sin olvidar el futuro del colectivo LGTB+. Tienen mucho que decir.
OFF Magazine: Vosotros vivisteis el régimen franquista, en el que la homosexualidad, como todos sabemos, estaba condenada. ¿Cómo era vivir siendo homosexual en está época?
Emilio: Implicaba tener una doble personalidad. Alguien lo ha descrito como una especie de licantropía de hombre lobo y eso era lo que había. Tú llevabas una vida que procuraba ser completamente separada y oculta de la sociedad.
Carlos: Estábamos escondidos pero, a la vez, en cierto sentido se ligaba mucho. Muchísimo.
Emilio: Claro, estábamos condenados a la promiscuidad. Teníamos los contactos sexuales que queríamos pero siempre y cuando no diera escándalo y no formara parejas. Siempre como algo oculto. Y eso te exponía al chantaje, a la manipulación… Era una desprotección total.
Carlos: Y para las familias, tener un hijo o una hija homosexual era lo peor.
Emilio: Tenías que asumir que eras un monstruo. Una aberración de la naturaleza. Yo tuve una educación religiosa y hasta mi adolescencia no empecé a plantearme que eso no tenía por qué ser así. Si no lo has conocido, es muy difícil saber lo que significa no tener libertad. Es como el aire. No notas que existe hasta que te tapan la nariz y no puedes respirar.

OFF Magazine: ¿Llegasteis a sentir miedo en algún momento?
Emilio: Era muy frustrante porque cualquier persona por la calle te podía insultar y te tenías que callar, no podías contestar ni defenderte. Tenías que agachar la cabeza e irte.
Carlos: Bueno, yo tenía ventajas por tener pasaporte americano.
Emilio: Claro, a él no lo tocaban. Y una de las cosas que me liberó a mí fue ver cómo en otro sitio las cosas eran diferentes. Si querías vivir una relación normal, tenías que irte de España. Era impensable que dos hombres vivieran juntos y lo supieran los vecinos. Ahora la gente se escandaliza de países como Afganistán pero España en los años cuarenta era poco menos.
OFF Magazine: ¿Cuál ha sido la situación más difícil que habéis tenido que pasar por vuestra condición de homosexuales?
Emilio: Siempre hemos tenido bastante suerte. Pero ya en el año 78 o 79 estábamos en un banco debajo de casa sentados, vino un coche de policías, nos pidió la documentación y nos dijo “venga, circulen, que no son horas”. No es agradable, pero ¿qué haces? Pues te callas. Pero tengo que decir que gracias a ser homosexual, he sentido verdadero orgullo de España. La primera vez que me he sentido orgulloso de ser español fue cuando se aprobó el matrimonio homosexual. Nadie puede imaginar lo que supuso para personas como nosotros.
OFF Magazine: En 1979 todavía se podía detener a gente por travestismo pero poco a poco esto cambió, sobre todo gracias a grupos de movilización. ¿Cómo de importantes son estas asociaciones para que la sociedad avance?
Emilio: Evidentemente todo lo que sea organizarse sirve. Hay que organizarse. Hay que hacer presión. ¿Qué crees? ¿Que estamos como estamos porque nos lo han regalado?
Carlos: No nos han regalado nada. Han sido muy importantes y lo siguen siendo porque aún hay muchas cosas por hacer.
Emilio: Hemos tenido la gran suerte de pertenecer a una generación que lo ha conseguido, y eso es muy importante. Nunca pensé que podría decir que me iba a morir tranquilo, pero es cierto, porque lo hemos conseguido.
OFF Magazine: Mirando ahora en retrospectiva, ¿cómo han cambiado vuestras vidas desde la época de los 70 de la que habláis?
Carlos: Ya estamos un poco apartados. Tenemos nuestra vida y ya no somos tan reivindicativos como éramos.
Emilio: Hemos hecho mucho, aunque eso no significa que estemos apartados del mundo y no nos enteremos de lo que pasa. Ahora estamos en una situación buena y hay muchos movimientos para ayudar a todo aquel que se siente oprimido por su condición.
OFF Magazine: Sin embargo, hace poco teníamos la noticia de que, en lo que va de año, ha habido 198 agresiones al colectivo LGTB+ solo en la Comunidad de Madrid. ¿Cómo podemos cambiar esto?
Emilio: Hay que seguir luchando. Antes nos callábamos. ¿O crees que solo han pegado a los “maricones” ahora? Les han pegado siempre que han podido. Lo que pasa es que ahora no se dejan. Ahora hay denuncias.
Carlos: Mucha gente cree que esto viene de la educación, pero yo soy más partidario de leyes. Hay que educar, pero si no se actúa legalmente, la gente hace lo que quiere.
OFF Magazine: Ser LGTB+ hoy es ilegal en 73 países y en 13 sigue siendo pena de muerte. ¿Creéis que algún día estas cifras llegarán a cero?
Emilio: Yo creo que sí.
Carlos: Yo, personalmente, creo que no.
Emilio: Carlos es más pesimista.
Carlos: ¿Tú puedes imaginar que en Arabia Saudí…?
Emilio: Yo he visto lo que ha pasado en España. Es cuestión de tiempo.
Carlos: Pero su mentalidad es diferente. Quizás en el año 3000 sí pero ninguno vamos a estar ahí para comprobarlo. Mi opinión es que no.
OFF Magazine: En algunos círculos parece que hay mayor permisividad con la homosexualidad femenina que con la masculina. ¿Creéis que esto es así?
Emilio: Las mujeres se supone que no tienen sexualidad. Nuestras madres o hermanas se supone que son personas asexuales. Hace años eran tan olvidadas que podían pasar perfectamente desapercibidas.
Carlos: Si veían a dos mujeres viviendo juntas se pensaba que eran buenas mujeres por no andar con hombres. Nadie pensaba que una mujer podía tener sexo con otra. De hecho, hoy sigue habiendo países con leyes contra la homosexualidad pero exclusivamente para hombres. Las mujeres quedan excluidas porque no tienen sexualidad.
Emilio: Hoy hablamos de los países árabes pero yo recuerdo a mis abuelos y no era muy diferente. Mi abuela no salía sin el pañuelo en la cabeza. Dicen que las mujeres musulmanas siempre tienen que ir acompañadas pero yo he salido muchas veces con mis hermanas para que no fueran solas. ¿Qué hablamos de escandalizarnos? ¡Si solo hay que mirar para atrás!

OFF Magazine: Cambiando un poco de tercio, sois el primer matrimonio homosexual legal en España. ¿En qué ha ayudado la legalización?
Emilio: Sobre todo ha ganado en normalización. Hoy puedes leer en cualquier sitio sobre parejas homosexuales. Hay más industria, otro público reconocido al que vender…
Carlos: Y después de nuestra boda, en las encuestas que hacían, más gente estaba a favor del matrimonio. Se ve que habiéndolo hecho realidad, la gente empezaba a aceptarlo.
OFF Magazine: Según algunos, la finalidad principal del matrimonio es tener hijos. ¿Qué finalidad tiene para vosotros?
Emilio: Hombre, una de las finalidades del matrimonio es la reproducción. Pero yo tengo que decir que somos homosexuales, ¡no estériles!
Carlos: El matrimonio fue una cosa que nos negaron mucho tiempo. Y cuando por fin vimos que podíamos, dijimos “¿por qué no?”. Y además, hay que ser realista. Hay ciertos derechos reservados para el matrimonio.
OFF Magazine: ¿Qué sentisteis cuando se anunció que se había aprobado la Ley de Matrimonio Homosexual?
Carlos: En mi caso, nervios. Porque fue por fases, primero Zapatero venía anunciando que lo iba a hacer. Y cuando ganó las elecciones pensaba “¿lo hará?, ¿no lo hará?”.
Emilio: Yo me sorprendí mucho también. Muchísimo. Por mucho que hubiesen prometido…
OFF Magazine: Después de tanto, es difícil de creer.
Emilio: Sí, yo tenía miedo de que se comprometieran con una fórmula civil o de convivencia…
Carlos: Y de hecho estuvimos… siete años o más esperando la decisión de los jueces porque el PP había recurrido. Nosotros nos casamos en julio y creo que en septiembre del mismo año el PP presentó…
Emilio: El recurso constitucional. Sí, pero bueno, les dio ese gusto (ríe). Yo se lo decía a Carlos: “lo están enfriando. Están esperando a que la gente deje de hablar de ello y a que se normalice para que nadie se escandalice.”
Carlos: Pues yo no lo tenía tan claro.
OFF Magazine: Teniendo en cuenta que fuisteis el primer matrimonio homosexual, ¿fue difícil el trámite que tuvisteis que hacer?
Carlos: Todo lo contrario. Fuimos el primer día que se podían presentar los papeles en el registro. Presentamos los papeles un lunes y para ese mismo jueves lo habían aprobado. Y el siguiente lunes nos casamos.
Emilio: Creo que todo el mundo al que le llegaban los papeles estaba muy contento de ser los primeros en poner algo en el primer documento. Entonces fue una cosa que casi vino rodada. Y nos vimos incluidos en una… vorágine, de la cual éramos protagonistas sin quererlo ni saberlo ni nada. Nosotros nos enteramos el mismo lunes de que éramos la primera pareja.
OFF Magazine: ¿Y en qué ha influido ser el primer matrimonio en vuestra vida?
Carlos: Hombre, se supone que es el día más feliz de su vida, todo el mundo dice eso. Y nosotros tuvimos la suerte de compartir ese día… con el mundo entero. Mucha gente se conforma con unas fotos que enseña a la familia y nosotros con el mundo.
Emilio: Yo lo viví como un lujazo. Sobre todo lujazo informativo porque pensé “mira tú por dónde, voy a poder hablar yo en los medios y decir lo que pienso”. Eso era fenomenal.
OFF Magazine: ¿Cómo recordáis el día de la boda?
Emilio: Pues… (suspira) como un barullo impresionante. O sea, lo que iba a ser un día tranquilo con cuatro amigos y ocho familiares…
Carlos: Pensábamos que iba a ser una gestión . Cinco minutos con un juez y se acabó. Y cuando decían que éramos los primeros vimos que había cambiado. En la sala de bodas había como casi un centenar de periodistas. Decíamos “uy, esto no es lo normal”.
Emilio: Por la mañana recibimos una llamada de la secretaria del ayuntamiento de Tres Cantos diciendo que tenía ochenta medios acreditados que querían estar en la sala y que qué hacía. Pero dijimos que entrara el que quisiera. Nosotros no tenemos nada que esconder. Y fue todo muy ordenado, muy respetuoso y muy bonito. No tenemos queja.
OFF Magazine: Y por último, ¿qué supuso en vuestra relación el hecho de pasar de ser una pareja a un matrimonio?
Carlos: Fue exactamente igual. Date cuenta de que cuando nos casamos llevábamos juntos treinta años, así que estaba todo hecho. Fue más frente a la sociedad, frente a las familias… Mi suegra empezó a tener Coca-Cola Light en casa… (ríe).
Emilio: En la familia sí se sintió más. Como la ley te apoya… Mira, el día que nos casamos nos llamaron de la radio, La ventana, creo que era. Y estaba Joaquín Sabina y me dijo que si no tenía miedo a que el matrimonio fuera la tumba del amor. Yo le dije: “mira, Joaquín, en 30 años, el amor tiene como nueve vidas”.
[Entrevista realizada la colaboración de Cristina Márquez, Nadia Martín y María Valverde]
1 Comment