Llegó el día. Llegó el momento de la verdad, donde los ciudadanos de Estados Unidos, deciden su futuro, y en gran parte, el de todo el mundo. Es el momento de escoger entre susto, o muerte. Esta situación de susto o muerte, de elegir entre guatemala y guatepeor, también se dio hace pocos días en el PSOE, cuando tuvieron que decidir si llevar a cabo la famosa abstención a Mariano Rajoy. Pero vayamos por fases.
En un lado tenemos el «lado luminoso» como dirían en Star Wars. Hillary Clinton se presenta como el lado bueno de la democracia norteamericana. Sería la primera presidenta de la historia de Estados Unidos, lo cual, unido al auge del feminismo, acompañado de su discurso moderado, y del enorme apoyo de las figuras públicas -Beyoncé o LeBron James entre otros-, son sus mejores armas para llevarse la victoria. Además, su problema con el FBI a raíz de sus e-mails, ha quedado apartado tras volverla a exonerar sobre la bocina el pasado domingo.
En el otro lado, tenemos el «lado oscuro», el Darth Vader -o uno de ellos- de la política mundial. Donald Trump se he postulado como la peor opción. Puede ser presidente un hombre que se opone al matrimonio homosexual, acusado de abusar de mujeres, que echa a periodistas de sus ruedas de prensa, y que su deseo más ferviente es construir un muro de más de 1.000 km en la frontera de México, pagado por los propios mexicanos. Y a día de hoy, posee opciones reales de conseguir vencer las elecciones.
El filósofo esloveno Slavoj Zizek, realizó un testimonio algo polémico hace pocos días. En dicho testimonio, afirmaba que él votaría a Donald Trump si fuese estadounidense, y que espera que sea él, y no Hillary, quien gane las elecciones. Y sinceramente, estoy totalmente a su favor. Si Hillary Clinton vence, la ideología y las políticas norteamericanas no van a cambiar en absoluto. Sin embargo, si el bando republicano vence las elecciones, no confirma que Donald Trump reúna los los 270 votos que le adjudiquen su estancia en la Casa Blanca, ya que, incluso dentro del Partido Republicano, existe rechazo a este candidato. Además, su modelo político e ideológico, se verían obligados a reformarse para evitar un nuevo fenómeno Trump.
Todas las hipótesis o pronósticos de los gurús políticos se verán a prueba a partir de la madrugada del miércoles, y se mostrará, si los ciudadanos estadounidenses han decidido susto, o muerte.
