Si supierais habla de esa maldita persona que nos hace perder la poca cabeza que tenemos.
De cada una de las virtudes que completan a los defectos que nos rozaron el corazón, dejando herida.
Aquí os dejo el poema:
Si supierais todo el fuego que brota en sus lágrimas cada vez que se hace mar.
Si supierais la forma en la que baila con mi risa.
Si supierais los garabatos que hace con el amor, llamándolo arte.
Si supierais lo bonita que está mi sonrisa al sol desde que no llueve.
Si supierais eso y mucho más, os enamoraríais como yo lo hice.
Y sí, hablo en pasado.
Y no me escondo de ello.
Sería de gilipollas hablar en presente.
Y es que enamorarse, aunque nunca nadie os lo haya dicho,
solo tiene un billete de ida.
Si supiérais que el amor se esconde y no cuenta hasta diez para salir corriendo y ser salvado,
no jugaríais así.
Queriéndoos para odiaros después.
Jugando con el amor como si fuera una pelota,
deseando que se quede en el tejado del otro,
para decir: ahora la pelota está en tu tejado.
Créedme cuando os digo que no he visto más bonito el tiempo nunca en unos ojos,
ni me he desvelado con tan buen humor, por culpa de la cafeína de sus marrones.
Como un día alguien dijo: la vida es eso que ocurre mientras hacemos otros planes,
pues él era el plan mientras la vida pasaba.
Y cada jodido día que pasa
me pregunto por qué ahora la vida sigue,
y no hay plan B que me traiga de vuelta el plan A.
Porque lo único que ha conseguido, es planearme como un avión de papel, hacia abajo, y sin frenos.
