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Moby critica la adicción al ‘smartphone’ en su nuevo videoclip

Moby presentan en su nuevo videoclip una crítica a la adicción al 'smartphone' | Foto vía Youtube

El uso enfermizo del smartphone en todo tipo de situaciones es el concepto que domina el videoclip más reciente de Moby. Se trata del perteneciente al sencillo Are You Lost in The World Like Me?, de su nuevo disco These Systems Are Failing, lanzado bajo su nuevo proyecto junto a The Void Pacific Choir. Y no es extraño que se haya aliado con el autor de animación Steve Cutts para lanzar esta crítica necesaria que no cabe en la discografía de cualquier tipo de artista.

Las viñetas de Steve Cutts destilan una crítica feroz hacia todo lo que puede relacionarse con la alienación de esta sociedad tecnificada y sometida a los designios del consumismo más exacerbado: las inhumanas cadenas de producción y montaje, funcionando en un engranaje perfecto dentro de la gran maquinaria del capitalismo moderno bajo el látigo de un Jefe-Papá Noel gigante y terrorífico, el consumo de esa caja tonta que hace a los espectadores quedarse pegados al sillón, mientras sus cuerpos y sus mentes se atrofian inevitablemente, o los smartphones poseyendo el cerebro de sus huéspedes, humanos que han dejado de socializar en el mundo real y caminan en una danza macabra a lo Walking Dead, mientras miran continuamente su móvil desde unas cuencas vacías.

Así, en la animación que ha hecho para Moby somos testigos de una serie de escenas que podrían ser parte de un futuro mundo distópico a corto plazo. Un futuro que, quizá, ya ha llegado, o no queda tan lejos de lo que pensamos. Moby, caricaturizado por Steve Cutts al estilo de las creaciones más icónicas de Max Fleischer, como Betty Boop, Bimbo o Popeye El Marino, camina a través de una ciudad alienada al extremo, sometida por completo al uso de sus teléfonos inteligentes. Lo primero que escuchamos al reproducirlo es una de las frases que más recordaremos de este tema:

Are you lost in the world like me? If the systems have failed, are you free? (¿Estáis perdidos en el mundo, al igual que yo? ¿Si los sistemas han fracasado, sois libres?)

Toda una declaración de intenciones en su carta de presentación, mientras nuestro Moby niño se siente rodeado en la gran ciudad por cientos de personas que caminan mecánicamente, con la cabeza gacha, y no precisamente por ir mirando al suelo. ¿Os suena de algo?

La cámara se aleja entonces de este planeta de ambientación sesentera, pero moderno en su esencia, para presentarnos un mundo dominado por los satélites de comunicación. De nuevo en la Tierra, comienzan a presentarse situaciones: viandantes que, smartphone en mano, no tienen cuidado de mirar dónde pisan, que no conversan ya en los bares ni en los lugares públicos, que caminan hacia vertederos en busca del último Pokemon o se hacen ese selfie espectacular a través de un filtro tan perfecto que su realidad poco o nada tiene que ver con la imagen que van a colgar en sus redes sociales favoritas. Una realidad cotidiana que ha suplantado, en ocasiones, las reacciones más humanas, más lógicas y más éticas, como socorrer a personas que están siendo acosadas, separar a los que se pelean o evitar que alguien se suicide antes que “tomar la última foto”.

Sin embargo, la crítica social de este tema (y del álbum en general) no sólo acaba aquí. En la animación están representadas otras situaciones como la obsesión por tener el mejor aspecto físico, creando monstruosidades a través del empleo de kilos de bótox, así como el tratamiento cruel que, desde la perspectiva de Moby, se hace del ganado destinado al consumo humano. No en vano, esta última crítica se hace aún más evidente en otro tema del disco: Don’t Leave Me (No me abandones); en su correspondiente videoclip se nos presentan imágenes reales de las cadenas de producción de alimentos, en las que los animales sufren el hacinamiento y algunos, como las crías de pollo, son sacrificados de forma masiva.

Un mundo, en definitiva, que es gris, y no sólo por el uso del blanco y negro para homenajear al gran Fleischer: lo comprobamos a través de los únicos elementos que se presentan coloreados en la animación: los emoticonos y el abismo sobre el que, finalmente, cientos de individuos caen hacia el vacío, sin ser conscientes de ello. Un color que ha quedado encerrado en las pantallas de los dispositivos, al igual que sus propios usuarios. Todas las cosas, todas las pérdidas. ¿Puedes verlo?

Puede que no seas vegano y animalista como Moby. De hecho, es poco probable que lo seas. Pero es fácil identificarse con el espíritu que impregna este disco: nuestro mundo podría estar yendo directamente hacia ese abismo. Si somos capaces de mirar bajo los filtros con los que nos obsesionamos por decorar la realidad, veremos la crueldad que lo sostiene todo. Quizá, para entonces, tengamos el suficiente coraje para hacer autocrítica, para afrontar que la superficialidad y la virtualidad pueden acabar dominando nuestras rutinas diarias y, en definitiva, nuestras vidas.

No quiero hablaros hoy de lo fantástico de este último disco de Moby. Recuerdo maravillas como Porcelain o Natural Blues del Play de 1999, pero no soy un fiel seguidor de toda su discografía, y sé que este These Systems Are Failing no es un disco fácil para los que no consumimos habitualmente este tipo de música electrónica. Me dirijo a vosotros con la franqueza del que ha querido dejarse llevar por su mensaje sincero, por su realidad incómoda. Porque yo también lo creo: los sistemas están fallando.

Y, no obstante, aún quedan artistas que se encargan de recordarnos aquellas cosas que son realmente importantes. Aún quedan ideologías y valores en la música, más allá de letras insulsas o de sonidos más o menos atractivos. Quizá os merezca la pena escapar, abrir las puertas de la percepción (aquello que Moby cantaba junto a Amaral allá por 2006) sobre todas aquellas cosas que perdisteis, que habéis perdido ya o que podríais perder en un futuro por estar mirando las pantallas de vuestros teléfonos inteligentes.

¿Estáis perdidos en el mundo, al igual que yo?

 

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