Bachillerato no fue fácil, y no hablo a nivel de dificultad académico, sino a nivel personal con todos los estragos, nerviosismo y la gran presión constante; un cierto miedo que nos inculcaban nada más entrar al primer año de Bachillerato. «Tenéis que prepararos para Selectividad», «La nota de Selectividad va a determinar vuestro futuro», «Estudiad todas las tardes o sino, no lograréis aprobar Bachillerato y mucho menos la PAU», «Es muy importante que saquéis una buena nota media en Bachillerato para que os suba vuestra nota de Selectividad», y un largo etcétera de frases de este estilo.
Ya os adelanto de por sí que Bachillerato es muy sencillo, el problema son algunas de las asignaturas y profesores que enturbiaban su simplicidad.
Sé que en la vida uno siempre aprende algo, por mucho que no lo vaya a utilizar o cree que no le servirá para nada. Pero, realmente, a día de hoy, sigo preguntándome si Bachillerato sirve de algo, o al menos una serie de asignaturas que lo componen. Asignaturas totalmente inútiles tales como Religión o Alternativa a la religión -según la que elegías y además, en la mayoría de las clases te ponías a ver películas, estar toda la hora cascando con el de al lado o simplemente pululando en las RR.SS. con el móvil-, Proyecto Integrado -que ibas obligatoriamente pero que allí no hacías prácticamente nada-, aunque ya para colmo, ni os cuento la asignatura llamada Tutoría -dedicadas más bien a criticar, junto al tutor, la docencia de los demás profesores-.
Algo que sí he notado y me he percatado de ello, es que la preparación del alumnado no llega a ser totalmente certera. En mi recorrido académico, me he dado cuenta de que he tenido que estudiar temario inservible puesto que no era necesario en la PAU, ¿entonces? Yo tampoco lo entiendo. ¿Para qué ahogar de conocimientos inútiles a una persona si después va a prescindir de ello en Selectividad? O ya ni eso, en mi caso por ejemplo, me encanta Historia, pero lo que no entiendo es el por qué me obligaron a dar Filosofía, si más tarde en Selectividad opté por Historia.
“La labor del profesor no es demostrar lo que sabe, sino transmitirlo
Dr. Juan Medina Molina
Por suerte, he tenido grandes y buenos profesores; profesores que realmente te transmitían sus conocimientos y valores, algo que hoy en día, es muy complicado de encontrar. No todas las personas están aptas para ejercer una de las profesiones más importantes para la formación y el enriquecimiento cultural y personal de una sociedad como lo es la docencia. Bachillerato es muy sencillo, el problema es que algunas asignaturas y profesores enturbian constantemente su simplicidad. Aunque bueno, ya os adelanto a todos aquellos futuros universitarios que os acostumbréis a este tipo de situaciones y personas, es muy difícil encontrar a buenos docentes capaces de lograr que os sintáis a gusto y, sobre todo, aprendáis de la mejor manera. Y bueno, esto no solo sucede en el ámbito académico, sino también en el laboral; en la vida misma.
Sé que mis palabras resultarán inútiles para muchos e incluso estaréis viviendo un gran drama por Bachillerato, pero creedme, dentro de un año, cuando estéis ya en la Universidad, desearéis volver a Bachillerato y exprimirlo al máximo. ¡Mucho ánimo con el último curso antes de entrar a la Universidad!