El sujetador perfecto sí existe

Todas sabemos que encontrar el sujetador perfecto puede resultar un auténtico reto. Que si este me aprieta, que si el otro no lo lleno, que de ese me quedan grandes los tirantes… Sin embargo, es mucho más sencillo de lo que pensamos. Aquí os dejamos unos truquillos básicos os llevarán a dar con vuestro sostén ideal.

Pocas son las mujeres que conocen realmente su talla de pecho, y muchas menos las que aciertan en el momento de escoger el sujetador apropiado. No se trata únicamente de una cuestión de estética, sino que va más allá. Escoger un bra adecuado a nuestras características físicas es esencial para garantizar la sujeción del pecho y evitar problemas de espalda, pero elegir el modelo y talla que se necesita puede resultar una odisea para las mujeres.

Lo primero para hacer correctamente nuestra elección es distinguir entre dos conceptos básicos: el contorno y la copa.

El contorno equivale al ancho de la espalda y se calcula colocando una cinta métrica por debajo del pecho. Al perímetro obtenido se le debe sumar un 15, para así obtener el valor numérico que aparece en las etiquetas: 80, 85, 90 y demás.

La copa define el volumen del pecho y aunque puede resultar un poco más compleja de calcular, no es imposible. Para ello hay que colocar el metro de forma horizontal entre ambas areolas y rodear toda la espalda. Obtendremos un número al cual hay que restar el valor del contorno. Finalmente, alcanzaremos un número entre 12 y 30, el cual corresponderá a una letra, siguiendo el patrón siguiente: entre 12 y 14 significa una copa A; entre 14 y 16, es la B; entre 16 y 18, define la copa C; entre 18 y 20, a la D. Y así, sucesivamente.

Habiendo visto esto, sabremos que cuando oigamos a una amiga decir “yo uso una 85” estará equivocada, pues la talla no es solo un número. Hay que saber distinguir entre contorno y copa y recordar que ambos son esenciales a la hora de elegir nuestro bra.

Una vez que tenemos la talla, hay que valorar otras cuestiones relativas al tipo de sostén, a los tirantes, los aros, etc. Pocas sois las que sabéis cómo hacerlo correctamente. Por ello, os dejamos a continuación diez pautas que no debemos olvidar, según la revista ELLE:

1.  No te compres sujetadores cuando estés ovulando o tengas la regla. La talla puede variar.
2. Un sujetador no debe apretar, ni sacar pliegues, ni dejar marcas. Debe ser cómodo y respetar la forma del pecho y la espalda.
3. El tirante por detrás no debe quedar más abajo de la línea baja del pecho. Ni ser demasiado corto, ni demasiado largo. No tiene que dejar marcas en los hombros.
4. Un sujetador es una sujeción, no es cosmética. El material, el ancho del tirante, el tipo de aro, esas cosas, son importantes.
5. El aro tiene que estar pegado al tórax, no puede estar despegado o invadiendo el pecho de forma ascendente.
6. No te aferres al pasado. Tu cuerpo cambia con la edad y el pecho también. Revisa tus medidas frecuentemente para elegir el sujetador correcto.
7. Cuando más fino es el tirante y más pesado el pecho, más se clavará en la piel. Si tienes un pecho grande, usa un tirante cómodo y no demasiado fino para que resista bien el peso.
8. Si se trata de casos especiales como lactancia, operaciones de pecho, mastectomías, para un deporte concreto… deberás hablar con tu especialista qué tipo de sujetador te conviene más y dónde puedes comprarlo.
9. Pruébate todo. Aunque tengas tu talla clara, cada tienda es un mundo. No compres un sujetador sin probártelo, nunca. Puede que en casa te lleves una sorpresa.
10. Un sujetador para cada una causa. Es decir, si buscas realzar, rellenar, ir cómoda, sin tirantes… tendrás que escoger un modelo diferente de sujetador.

Y ahora que sabéis la receta para conseguir el sostén perfecto, es hora de hacer que, además de sexy y glamourosa, vuestra ropa interior sea cómoda.