Nunca se me hubiera ocurrido pasarme el día a flote sin querer pisar un poco de suelo, pero merece la pena. El agua está tan oscura en algunas partes que da hasta miedo y tan clara en otras que puedes ver el reflejo de las monedas que se hundieron en el fondo. Sin duda, aquí hasta brilla el sol de diferente manera, la gente es distinta, la manera de vivir también. Parece que esta ciudad nunca muere, nunca para y navegar por sus canales debe ser algo mágico.Por eso te digo que no deberías morir sin antes visitar Venecia, situada al noroeste de Italia y compuesta por 120 islas unidas por 455 puentes. Su centro histórico es declarado Patrimonio de la Humanidad y es un lugar único, algo que no podrías perderte jamás. Por eso estoy aquí, para darte razones para que no te quieras volver d allí.

La paz es inundada por las aguas que recorren sus calles, sin sonido de las ruedas de un coche, solo se escucha el remo de alguna de sus góndolas. Las góndolas son las barquitas que te llevan por sus canales propulsada por un gondolero, pintadas de negro y con un aspecto tan medieval que te sentirás en el siglo XVIII.
Sus fachadas ilustran el arte y la belleza, el color de sus casas es algo peculiar, ninguna es igual, todas proporcionan un conjunto de colores que le da alegría a esta ciudad. En Burano las casas son así, se dice que se pintaron con esos colores para que los pescadores pudieran reconocer sus casas mientras trabajaban.
Murano es una es las islas más famosas de Venecia, conocida por su dedicación al vidrio y sus museos llenos de encanto. Es sin duda la más visitada y la favorita de sus turistas por la gran actividad que tiene este pequeño lugar.
En primavera y otoño ocurre la llamada acqua alta (marea alta) que inunda la Plaza de San Marcos, la única plaza de Venecia. Una plaza llena de fotógrafos, turistas y palomas y es denominada como el salón más bello de Europa. Ya supongo que os imagináis por qué . Rodeada de la Basílica, Palacio Ducal y el Campanario de la basílica, que se rige a un lado de ella.
Y me podría pasar todo el día hablando de las 118 islas que me quedan, pero eso ya lo tienes que averiguar tú escapándote hacia el lugar más bonito de Italia.
El mundo es pequeño si tú decides que lo sea, es romántico si lo recorres acompañada compartiendo momentos únicos con quien amas. Que sin poner los pies en el suelo seas capaz de ver una ciudad entera, eso solo ocurre en Venecia.