Sinceramente, yo no es que sea un chico muy supersticioso ni mucho menos. No obstante, desde que vi la famosa película “El efecto mariposa”, protagonizada por Ashton Kutcher y Amy Smart, he empezado a ser más consciente y meticuloso a la hora de tomar una decisión u otra. Todo esto desde hace cuatro o cinco años aproximadamente.
No os voy a hablar sobre la película, sería inútil. Además, no hay nada que contar; no soy crítico de cine y tampoco tengo criterio alguno. Simplemente la tienes que ver y ya está. De lo que sí voy a hablar es sobre la manera en la que a uno le puede marcar esta película y en qué consiste el famoso concepto “efecto mariposa”, perteneciente a la Teoría del Caos.
“El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”.
Proverbio chino
El efecto mariposa explica que, con unas condiciones iniciales de un sistema caótico, cualquier variación en ellas, hasta la más insignificante, sería capaz de provocar una evolución dentro del sistema en formas totalmente distintas. Esto significa que cualquier acción insignificante del universo, tiene la capacidad de dar lugar a un conjunto de eventos que alterarían por completo el sistema.
Un ejemplo muy claro y sencillo sobre el efecto mariposa serían las fichas de dominó. Según su colocación y la de las otras, al tirar una ficha, se origina un sistema en cadena que afecta a las demás. En resumidas cuentas, cambios mínimos que acarrean resultados divergentes.
La recomendación de “El efecto mariposa” por parte de una persona muy cercana a mí y a la que le debo en gran parte a quien soy ahora mismo, me animó a darle una oportunidad a esta película. Nada más verla, automáticamente se convirtió en mi película favorita. Igual no tanto por la película en sí, hay quienes dicen que exagero al hablar de ella, es posible, pero he de admitir y reconocer que tiene una moraleja muy interesante y reflexiva; ha sido la única película que ha logrado que invirtiera tanto tiempo en replantearme una infinidad de preguntas, un tanto turbias, tales como ¿y si hubiera hecho esto y no lo otro? ¿En qué lugar estaría ahora mismo si hubiera seguido estando con tal persona? ¿Podría estar ahora mismo escribiendo esto si hubiera tomado o llevado a cabo tal decisión? ¿Qué sería de mí si no hubiera tenido el actual privilegio de estar donde estoy gracias a mi familia?
“No puedes cambiar lo que es alguien sin destruir lo que fue”.
El efecto mariposa (2004)
Soy muy raro, y no es que sea un chico siniestro ni mucho menos, ¡todo lo contrario!, sino que simplemente soy sencillamente complicado; a mi manera, con mis idas y venidas, mis locuras y sobre todo, con esa espontaneidad que me caracteriza -permitidme lanzarme estos piropos-. Por ello, esta serie de cuestiones, son preguntas que uno normalmente no se haría, al menos yo, que soy muy de vivir el presente y anular todo pensamiento relacionado al pasado y a «futuros de largo plazo».
Para concluir, he de dar las gracias a la película de Eric Bress, pues tengo una visión más minimalista de la vida. Debemos disfrutar y valorar lo que tenemos, dar importancia y prioridad solo a aquellos asuntos que realmente merezcan la pena, comerse el mundo y cometer locuras sin que a uno le importe en absoluto lo que puedan decir o pensar los demás.
Vivamos el presente y hagamos todas las locuras posibles mientras vivamos, asi sabremos que estamos vivos realmente¡¡¡
Totalmente de acuerdo Mohamed. Esta película te hace reflexionar mucho sobre los caminos que nos presenta la vida y cómo los afrontamos. Me he sentido identificado con ella demasiadas veces ya, aunque mi vida no ha sido tan movida como la del protagonista.