El Corte Inglés celebra su septuagésimo quinto cumple años con muchos desafíos por cumplir y con objetivos claros: recuperarse económicamente. A través de un spot publicitario, la empresa echa la vista atrás pretendiendo despertar el lado emotivo de los españoles.
Todo comienza en Madrid, diciembre de 1935. En aquella pequeña sastrería comprada en la calle Rompelanzas por César Rodríguez, un asturiano emigrado a Cuba que volvió enriquecido de América. Ramón Areces, hijo de una prima del fundador, será el encargado de dirigir la pequeña empresa familiar que poco a poco se convertirá en uno de los grandes almacenes de España.
Superada la posguerra y el franquismo con creces, tomó el relevo de la empresa Isidoro Álvarez, sobrino de Ramón Areces, quien decide ampliarla con la compra de Galerías Preciados en 1994 por 30.000 millones de pesetas. (180 millones de euros).
Posteriormente le sucede Dimás Gimeno que llega al cargo en medio de luchas internas en su familia por dicho puesto y que va a cambiar la dinámica de la empresa. Ajustes en plantilla, la internacionalización y el mundo online eran algunas de las tareas pendientes. Y sin olvidarse que tras abordar el saneamiento, con una refinanciación de la deuda que tenían pendiente, incorporó al capital del jeque catarí Hamad bin Jassim (venta por 1.000 millones del 10% procedente de la autocartera, que puede elevar al 12,25% en tres años).
El Corte Inglés celebra su aniversario haciendo un pequeño homenaje a esa primera vez de los ciudadanos en los grandes almacenes. Desde la compra de un ordenador de última generación hasta la primera cuna que dio cobijo al más pequeño de la casa, pasando por Cortilandia.
Con este último se hace referencia a los millones de niños que soñaron y a los adultos que echaron a volar su imaginación disfrutando del espectáculo. Un spot que pretende llamar al lado emotivo del ciudadano, rememorando todos los momentos vividos en las instalaciones. Un breve recorrido por la historia del Corte Inglés, de una pequeña sastrería madrileña a convertirse en el primer almacén europeo.
