Desde pequeño nos hacemos la idea de qué queremos ser de mayor. Pensamos cual de todos los estudios encaja mejor con nosotros y soñamos con ser los mejores en aquello que nos propongamos.
Llega un momento en la vida en el que te das cuenta de que tienes habilidad a la hora de coger un lápiz y un papel, de desarrollar una historia magnifica, de transmitirlo todo por el objetivo de tu cámara y de contarle al mundo entero todo lo que ves. Ese es el día en el que decides ser periodista (persona que no para de escribir y de leer periódicos las 24 horas del día).
Entonces, te adentras en ese mundo de letras, de personas interesantes y cultas que te dejan embobado al hablar. Y finalmente, dentro de este enorme mundo de diversas profesiones, eliges ser reportero.
Pero no un reportero cualquiera, sino uno de esos que deciden escapar a los lugares más insólitos de este planeta. Quisiste unir dos de las cosas que más te gustaban: viajar y ser periodista.
Un reportero es, basicamente, un periodista que recolecta y presenta informaciones sobre un determinado acontecimiento de cierta actualidad desde el lugar donde se producen los hechos . Puedes ser corresponsal de alguna cadena televisiva e informar de lo que ocurre en ese instante y lugar, vivir y sentir las desgracias de la guerra en primera persona o viajar a cada punta del mundo para mostrar la belleza de todos aquellos países que nos rodean.
Son profesionales que te llevan a donde siempre has querido ir, personas que se jugaron la vida por entender sus conflictos y que son afortunados por contarlo. Y es que vivir de lo que más te gusta es lo que quisiste hacer para el resto de tu vida. Quisiste verlo tú mismo y volver para contarlo.
A tu madre no le haría ninguna gracia saber lo que tienes pensado hacer, pero tu alma de persona aventurera te lanza a tomar este tipo de decisiones. Pero tú sabes que no hay nadie mejor que tú para coger una mochila con tus cables, cámara y micro, pillar un avión y hacerte un Callejeros por el mundo.
Pronto os podré contar más y tendré el placer de hablar con alguno de ellos para que me cuenten sus experiencias.
