Opinión

La vida saludable, c’est la vie: ¿Homeopatía no?, ¿homeopatía sí?

Desde que comenzamos esta sección, las terapias naturales se encontraban dentro de nuestros contenidos importantes a tratar. Una de estas terapias, la Homeopatía, es sin duda uno de los temas relacionados con la salud que más polémica ha desatado en las últimas semanas. La Universidad de Barcelona anunció hace unos días su decisión de cancelar el Máster en Homeopatía, que hasta entonces la institución ofertaba con gran éxito. ¿El motivo?: “falta de base científica”. Así, esto coloca de nuevo a la medicina homeopática en el punto de mira. Es tan criticada y rechazada como desconocida por la mayoría.

Por ello, creemos necesario aportar información sobre este tema, ¿qué es la Homeopatía?, ¿en qué consiste? y ¿cómo funciona?

La Homeopatía es una técnica terapéutica que aborda el tratamiento de las enfermedades con sustancias que, administradas a una persona sana, le ocasionarían síntomas semejantes a los de la enfermedad que combate. Estas sustancias se suministran altamente diluidas, hasta tal punto que en algunos casos no hay presencia física de la sustancia a nivel molecular.

Estas dos ideas “contraintuitivas” (suministrar la misma sustancia que ocasionaría el problema y en dosis imperceptibles aun con los sistemas más sofisticados) lo son solo desde el punto de vista de nuestra cultura actual. La historia nos muestra cómo estas ideas se han desarrollado y practicado con éxito en muy diferentes épocas y entornos.

Desde el Antiguo Egipto y China, llegaron a nuestra cultura occidental a través de los filósofos griegos, principalmente Empédocles, y fue Hipócrates, “el padre de la medicina”, quien hizo numerosas referencias a esta forma de abordar la curación de las enfermedades. También encontramos a Paracelso entre sus famosos precursores, como recoge Juan Carlos Avilés en Prontuario de homeopatía y terapias biológicas.

La forma en que hoy se entiende y aplica la Homeopatía en Occidente tiene su origen en la sistematización que hizo en el siglo XIX el erudito y médico alemán Samuel Hahnemann, en su obra Organón de la medicina. Desde entonces han sido innumerables las escuelas y los profesionales que aplican esta técnica terapéutica, y como prueba de ello podemos citar los numerosos hospitales homeopáticos que funcionan en países como Reino Unido, Estados Unidos, Brasil e India. Otra idea que nos ayuda a valorar la dimensión de la Homeopatía es el número de laboratorios en el mundo dedicados a la preparación de medicamentos homeopáticos: son más de doscientos y su volumen de venta total supone el cuatro por ciento de la comercialización total de la industria del medicamento.

Medicamentos homeopáticos | Foto vía ellahoy.es
Fármacos homeopáticos | Foto vía ellahoy.es

Como curiosidad sociológica podemos decir que la Homeopatía tiene una base social amplia en países con recursos económicos escasos, mientras que en los países ricos, son casi exclusivamente las personas de alto nivel cultural y económico las que recurren a esta disciplina.

Esta técnica terapéutica contempla a la persona como una unidad psicosomática indivisible, y es esta característica lo que dificulta su evaluación mediante los métodos científicos corrientes, basados principalmente en aislar las partes y realizar sobre ellas estudios basados en la química. Hoy la comunidad científica está avanzando enormemente en el campo de la biofísica y sus herramientas son las que le están dando a la Homeopatía la “credibilidad científica” que reclaman sus detractores.

Estos avances en la investigación, junto con la dilatada tradición y el menor coste de los tratamientos en comparación con los de la medicina oficial, hacen de la Homeopatía una promisoria herramienta terapéutica del futuro.

Gran parte de la polémica creada en torno a la Homeopatía aparece como resultado de una desinformación generalizada respecto a su mecanismo de funcionamiento, de base energética y no química, como la de la farmacología convencional. Entonces, ¿está justificado el ataque a la Homeopatía por su falta de rigor o es solo que el campo científico desde el cual se la está evaluando no es el adecuado?

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