Entrevistas

Julio Lleonart: «La estrategia de Ciudadanos no está pensada para el bien de la sociedad»

julio lleonart

[Entrevista realizada por Javier Navarro y Mohamed Ezzizaoui]

Criado en el seno de una familia declarada políticamente activa y socialista, Julio Lleonart irrumpió rebotado en mitad de la X Legislatura como diputado sustituto del disidente Toni Cantó. Su periplo parlamentario como representante de UPyD por Valencia fue corto, pero su experiencia política en un segundo plano y su sinceridad nos sirvieron como una gran lección que difícilmente olvidaremos. A pecho descubierto y en una cafetería del centro de Madrid, Lleonart demostró que -aunque ya se encuentre fuera de ella- la política sigue contando con tipos entrañables.

Una extensa charla sobre su corta pero intensa trayectoria, la delicada situación de UPyD y la inestabilidad que presenta el panorama político actual aportó algo de luz sobre nuestra visión y, seguro, la aportará nuevos matices a la vuestra. Impulsado -tras una juventud carente de identidad política- por los dogmas que hace ya nueve años empezaron a defender Fernando Savater, Carlos Martinez Gorriarán o Rosa Díez, encaja a la perfección con ese modelo de nueva política del que otros hacen gala. Alejado de la clásica figura diplomática, más entrañable y juvenil, Julio nos acogió y sorprendió agradablemente.


Pregunta: Antes afirmaba que en sus inicios siempre ha tenido presente la política pero no contaba con ningún partido que le representase. En la actualidad también le pasa eso a un gran sector de la población joven, ¿por qué?

Respuesta: El problema es que los partidos se estructuran como organizaciones con poder y se centran más en satisfacer los interés de la gente de dentro que los de fuera y  solo se orientan hacia el votante cuando hay elecciones. Se produce un vacío, una brecha entre los problemas de la ciudadania y los partidos, menos cuando la sociedad se enfada o pasa algo y la gente se echa a la calle en grupos organizados de poder. Es entonces cuando los partidos políticos actuan por miedo a que eso se traduzca en una crisis, pero eso es una escucha pasiva y los partidos deben hacer una escucha activa. Deben bajar a la realidad, escuchar a la sociedad y tomar nota. Eso es lo que los partidos que se llaman a si mismos nueva política supieron hacer en su momento y están olvidando, y es que el poder es muy, muy nocivo y termina pervirtiendo en muchas ocasiones todo esto.

P: Pero la sociedad cuenta con un mayor poder actualmente, ¿no modifica esto el panorama?

R: Hoy en día el poder de la sociedad -informada en todo momento- y el que haya diversos niveles de transparencia hace que la gente pueda exigir y demandar cosas a los políticos. Esto hace que la gente tenga más memoria. Antes en Ciencias Políticas se decía que el elector tiene una memoria de 3-4 meses a lo sumo, pero ahora tiran de hemeroteca. Existe Internet, una huella digital muy importante. Ahora a Pablo Iglesias le están sacando declaraciones en las que decía que iba a hacer «X» cosas con declaraciones de ahora en las que se contradice. Albert Rivera, Pedro Sanchez, Mariano Rajoy… Se lo están sacando a todo el mundo. Antes se les daba la regla de los 100 días a los elegidos, ahora ya no se hace.

P: Respecto a la inexistencia de esta norma de los 100 días, me gustaría destacar un artículo publicado por EL MUNDO donde titulaban, “Carmena: 100 días de alcaldesa, cinco promesas, una cumplida”. Al desarrollarla se mostraban tres en desarrollo, una cumplida y una no desarrollada por falta de competencias. ¿Qué te parece esta manipulación de los medios?

R: No tenemos prensa independiente en nuestro país, aunque si periodistas independientes dentro de los distintos medios que tienen disputas continuas y se juegan constantemente su trabajo. El ejemplo lo tienes en Manuel Marlasca –La Sexta-, que con el tema de los titiriteros publicó unas opiniones particulares desde su cuenta personal de Twitter, donde puede opinar lo que le de la gana, llegando a la conclusión de que estos chicos son unos cabezas de turco utilizados, siendo criticado por público y compañeros. En el mundo de los medios es difícil lograr la independencia pero en los partidos políticos es ya imposible debido a la ortodoxia en el mensaje. Esto, en nuestro sistema político, me parece lógico, ya que no es igual que en EEUU, donde se cuenta con distintas facciones dentro de cada uno de los partidos, donde se elige al líder por elecciones primarias.

P: ¿Y no cree necesarias las elecciones primarias obligatorias en España?

R: Nosotros, cuando teníamos representación en el Congreso, lo intentamos plantear para que la gente pudiera elegir, evitando la corrupción, el nepotismo o los barones, que son los caciques del siglo XVII y XIX. Cuanto mas tiempo pasa y las estructuras de poder mejor se organizan, al final se blindan y montan a su alrededor estructuras que impidan que nadie les quite el poder que les ha costado conseguir. Son casi inamovibles y eso es lo que le pasa actualmente al PP con figuras como Rita Barberá. Cuando pasa mucho tiempo y tienes estructuras de poder entorno a personas, estas personas se creen intocables. Al final, no es una cosa de partidos, sino de algunas personas estructuradas de una forma concreta alrededor del partido. También hay que tener en cuenta que la censura a la corrupción, nepotismo y la mala praxis se da en las cafeterías, en las barras de bar y en las tabernas, ya que luego a la hora de actuar con el voto no se da. La caída del PP en las elecciones no fue tal como se preconizaba. La gente se queja de la Ley Electoral pero ¿quién propugnaba su cambio? ¿quién ha sentado a toda esta gente en el banquillo y se ha querellado contra ellos? ¿quién ha conseguido sentar por primera vez al PP como partido en el banquillo de los acusados? Nosotros.

P: Es llamativo, además del caso del PP, el del PSOE, sobre todo en comunidades autónomas como Andalucía, donde pese a sufrir grandes tramas de corrupción siguen gobernando de manera hegemónica ¿Por qué sigue ocurriendo esto?

R: No tengo duda de que seguirá siendo así porque tienen estructuras de poder montadas entorno a personas concretas. Ella -Susana Díaz- fue puesta y ella va a seguir ahí porque tiene alrededor una corte que no le va a toser absolutamente nada. Los partidos tienen una forma de funcionar, una forma de blindarse, y el pueblo solo tiene unas papeletas para votar. Esto demuestra que España no es un país del todo maduro. Hay gente que dice que ya ha comenzado el aperturismo y el cambio, pero lo que tenemos, igual que lo que tuvimos en 2008 y 2011 son partidos que catalizan el descontento, pero si tu luego no sabes canalizar ese voto y hacerlo un voto fiel de partido, lo vas a perder y eso es algo que solo hay que ir a los hechos para demostrar. Nosotros podemos demostrarlo con nuestras propias carnes. UPyD protagonizó un voto de castigo sobre el gobierno de Jose Luís Rodriguez Zapatero y el PSOE. Durante esos 4 años de legislatura de Zapatero se demostró que todo lo que criticábamos anteriormente estaba realmente mal y pasamos de tener 300.000 votos a casi 1.200.000. ¿Eran nuestros? No, eran fruto del cabreo del momento.

P: ¿Es esto lo que le ha ocurrido a UPyD con Ciudadanos?

R: Los medios –EL PAÍS y EL MUNDO– han hecho muchísimo hincapié en que ambos somos iguales y, por su capacidad de influir, la gente se lo cree, pero si atiendes a la fuga de voto -quien se ha ido y a donde se ha ido-, realmente el partido que mas nos ha dañado ha sido Podemos. El discurso de Podemos contra la corrupción, el establishment o los privilegios es un discurso que llevábamos nosotros. Ciudadanos se ha abastecido de votantes del PP. Nosotros nos abastecimos de votantes del PSOE que retornaron por cuestión de voto útil o hacia una opción más radicalizada como la de Podemos.

P: ¿Cree entonces que ha sido la sociedad española algo hipócrita al terminar escogiendo el voto útil?

R: No creo que la sociedad sea hipócrita. El problema de la sociedad actual es que funciona como el avestruz: mete la cabeza bajo tierra y si no lo veo no pasa. Somos una sociedad muy conservadora y nos cuesta asimilar los cambios, porque cualquier cambio puede mover la estructura y acabar con ella. La sociedad, para la supervivencia, tiende a ser conservadora, por lo que mantener un discurso de miedo u odio a alguien es más fácil cuando te diriges a grupos grandes. Así, llegan las elecciones y el PP arremete con argumentos como Venezuela o ETA y su votante rechaza los experimentos refugiandose en el repunte económico -para quien quiera creerse ese argumento-. Luego está la opción del no me creo lo que me cuentan, pero no me va mal y voto a PSOE; la del cabreo o voto a Podemos o la de “este chico es muy majo y dice cosas que parecen sensatas, aunque si rascas no hay nada” y voto a Ciudadanos. Los que no salimos en televisión no obtenemos esa representación. El caso más sangrante es el de IU, que con casi 1.000.000 de votos tiene 2 escaños. Eso es vergonzoso.

P: Usted mismo lo ha dicho anteriormente. Los votantes llegaron a UPyD en 2008 y 2011 y de la misma manera, han marchado ¿qué le ha faltado a UPyD para saber canalizar y fidelizar el voto?

R: Nosotros puede que hayamos fallado en el diseño de algunas estrategias de comunicación, pero nos decían que la culpa era de Rosa y su dirección, por lo que se realizó un cambio y entraron caras nuevas. Más tarde nos dijeron que la culpa era de la comunicación el partido, por lo que se realizó un cambio en toda la estrategia y esquema comunicativo con mi entrada, la llegada de una nueva jefa de prensa, el trato con los medios… pero si nos retrotraemos y vemos los resultados de las elecciones, vemos que obtenemos un mal resultado cambiando todo lo que la gente decía que estaba mal y dejando intacto el mensaje. Cambiamos el envoltorio, no el caramelo, pero nada de eso era lo que realmente fallaba. Falló que nos hemos metido en todos los charcos posibles. Nos metimos con todos y teníamos todos los frentes abiertos, como le pasó en un momento de Braveheart a William Wallace, quien se vio abandonado por sus supuestos aliados.

P: ¿Eran estos aliados de William Wallace como Ciudadanos?

R: El problema que tiene Ciudadanos es, para mi, de estrategia. Cuando tu vendes que eres la fuerza del cambio y has invertido 4 millones de euros en una campaña electoral -financiados por los bancos que se convierten en accionistas de tu partido- para conseguir 40 escaños dentro de un parlamento con fuerzas de 100 escaños, te conviertes en algo ridículo, en el último mono para el cambio que suponías y para lo que se ha invertido en ti. Realmente ellos -C’s- saben que tras un hipotético pacto PSOE – Podemos – IU, no tienen nada que hacer. No tienen fuerza para cumplir con las expectativas y los favores que deben. Su única opción es conseguir un apoyo por parte del PP y para que no se les asocie con ellos en unas elecciones a corto-medio plazo y no consigan fidelizar esos votantes porque no han supuesto ninguna cambio real, deben intentar que el pacto se extienda al PSOE. Esta estrategia no esta pensada para el bien de la sociedad, sino por el bien del propio partido. Si no, están condenados a morir. De aquí a dos legislaturas tendrían 5 diputados y representarían de nuevo lo que le ha ocurrido a UPyD. Quieren eternizarse como se ha eternizado el PNV o CIU. Quieren jugar a esa balanza de señor de Estado con visión para poder venderlo a la gente.

P: Entonces, en caso de que haya unas nuevas elecciones, es decir, de que no se consagren los pactos, ¿cree usted que Ciudadanos perdería votos?

R: Si se repiten las elecciones van a ser las más brutales respecto al voto útil de la historia. PSOE echará toda la carne en el asador porque se juega su supervivencia con Podemos y el PP porque tiene todas las de ganar respaldándose en que los experimentos no funcionan, porque dudo que vuelvan a utilizar el ejemplo de Venezuela. Esta vez se respaldarán en la inestabilidad para pedir el voto hacia ellos, que son quienes “saben como se hacen las cosas”. C’s perdería mucho por el tema del voto útil y porque la capacidad de endeudamiento de un partido llega hasta donde llega. ¿Por qué se le permite a IU tener gran parte de la deuda de 11 millones que tiene? Porque la tiene con la seguridad social o hacienda. Tiene deuda que la pagamos todos, pero no es un banco.

P: ¿Por qué los partidos de izquierdas critican ferozmente el endeudamiento de ciertas instituciones o empresas con Hacienda cuando ellos mismos cuentan con deudas?

R: Tenemos una doble vara de medir por parte de los partidos políticos. Lo malo es de los demás, no lo mío. Además, la sociedad tolera cierto tipo de actitudes en unos que presupone que son buenos y no los tolera en otros. Todos los partidos tienen deudas, de un tipo o de otro. No existe el partido que se financie única y exclusivamente a través de las cuotas de filiación. Todos los partidos una vez que entran en instituciones reciben un dinero por parte de la institución para mantenerse y el ejemplo está que cuando nosotros dejamos de estar en el Congreso y en tres capitalizadas importantes perdemos el 97% de nuestra financiación.

P: Haciendo referencia a esta pérdida de financiación, ¿cómo puede ser que ustedes aleguen a esta falta de financiación como uno de los problemas capitales que apuntan a la disolución de UPyD y que la actual directiva, con Gorka Maneiro a la cabeza, no de importancia a estos problemas económicos?

R: Las dificultades económicas fueron uno de los argumentos, pero contábamos con más. Contamos con un 0’6% de hueco electoral, menos de un 1%, por debajo del PACMA con las mismas ideas que hemos defendido siempre. Si tu miras el CIS, el 80% piensa lo que tu piensas, por lo que el problema no es el mensaje, sino otros. Estos problemas son, por ejemplo, el habernos metido en todos los berenjenales, acusando a medios regidos por bancos a los que hemos sentado en los banquillos. Nos hemos metido en todos los charcos.

P: ¿Se han convertido ustedes entonces en víctimas de la realidad?

R: Si, nuestro problema ha sido el de la épica. Durante esta última campaña yo repetí que debemos tener cuidado con los discursos épicos, porque consiguen insuflar calor en el corazón de la gente pero todos sus líderes terminan muertos. Don Quijote, Leónidas, Alejandro Magno o Ulises, todos mueren.

P: Próximamente la nueva directiva de UPyD convocará un proceso en el que los militantes podrán debatir sobre la disolución del partido ¿es esta vía lícita?

R: Nuestros estatutos, votados por los afiliados, dicen que si tu quieres la disolución del partido tienes que convocar un Congreso extraordinario cuyo orden del día tenga un solo punto que sea “Disolución del partido”. A ese Congreso asistirán 500 delegados elegidos en las distintas comunidades autónomas. De esos 500, 2/3 deben votar a favor de la disolución. Yo dudo mucho que yendo a un Congreso de disolución el partido se disuelva, pero servirá para exponer cuales son los motivos de la caída. Eso es lo que propusimos en el Consejo de Dirección del 16 de enero. Con lo cual, este rollo de imponer la disolución es falso.

P: ¿Es lo que quieren vender los medios?

R: Es lo que está vendiendo la gestora actual. Nosotros propusimos ir a un Congreso para debatir sobre la disolución, porque es la única forma. Si montas cualquier otra cosa, no vale. Lo que acusamos, de alguna manera, es que se nos ha hurtado a los afiliados la posibilidad de debatir , ya que otra cosa que tu te inventes, será muy bonito pero no tendrá ninguna validez estatutaria.

P: Y en el caso de una reforma constitucional, ¿qué proceso se debe llevar a cabo?

R: Este es un problema complejo y si tu vendes soluciones sencillas a problemas complejos, haces populismo. La reforma de la Constitución, que se vende como necesaria para formar una Constitución desde abajo como si la de 1978 no lo hubiese sido igual, es complicada porque esta fue blindada en si misma para no ser tumbada. La Constitución de 1978 debe ser reformada a través de un proceso complejo que implica que el Congreso de los Diputados se muestre en 2/3 a favor del cambio, que el Senado -gobernado por el PP co mayoría absoluta tras el 20D- te apruebe eso, que se disuelvan las Cortes, se convoquen unas elecciones plebiscitarias en las que los partidos políticos vayan con un proyecto de Constitución, se pongan de acuerdo entre ellos, hagan una Constitución consensuada que deberá ser aprobada por referéndum y por último se volvería a convocar elecciones para establecer un Gobierno con esa nueva Constitución. Es un proceso largo que no se va a dar de forma fácil ni en seis meses debido a la heterogeneidad de nuestro país. Esto genera conflicto, ya que además no puedes someter a votación cada artículo de la Constitución, porque si me paso por un lado en la protección de derechos del individuo coarto la labor del Estado en la labor de protección del individuo, por ejemplo.

P: ¿Ve usted imposible una reforma constitucional a día de hoy por la actual constitución de la Cámara?

R: Exactamente. Ahora mismo una reforma constitucional solo se puede ejecutar cuando los dos grandes partidos que se encuentran en la cámara están de acuerdo y eso ahora mismo no lo tienes, puesto que hay una tercera fuerza potente como Podemos y una cuarta algo menor. Aun así, eso no significa que yendo a unas elecciones plebiscitarias esos dos grandes paridos tuviesen representación, porque igual le gusta más el proyecto constitucional de Podemos que del PSOE.

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